En la celda.
Capítulo 19: Los ojos de la esperanza
Me quedé dormida. Esta mañana desperté por un par de golpecitos en los barrotes de la celda, Daryl estaba del otro lado, tirado sobre una de las colchonetas. Una lata vacía había caído de su bolsa de caza por accidente.
— No quería despertarte, ¿Cómo estás?
— No te preocupes por eso,Hershel ¿él ya está bien?
— Ya no tiene fiebre, el sangrado paro ¿Recuerdas lo que te ocurrió?
— ¿Que parte? En la que le corté la pierna a Hershel o en la que el puto reo casi me revienta la cabeza a tubazos? -Intentaba acomodarme.
— Déjame ayudarte... -Abrió la celda y entro en mi ayuda.
— No quiero ser grosera Daryl, pero... hemos pasado meses sin hablar, y momentos bastante incómodos desde...
— Bien, yo me voy.- Dió un largo suspiro y tomó su ballesta.
—No estoy pidiéndote que te vayas, solo ... no entiendo como puedes estar conmigo y luego... ¿Puedes llevarme con Hershel?-Di una leve sonrisa en forma de cortesía.Daryl asintió con la cabeza, dejó la ballesta sobre la cama y se puso frente mi.
Se puso a la altura de la cama y me jaló hacia él sutilmente , con su ayuda pude acomodarme en el pequeño espacio , hacía tanto que no estaba tan cerca de él, que sentirlo así de cerca causaba una especie de electricidad que nos recorría a ambos casi de inmediato, al darme cuenta de eso, desvié la mirada.
Aunque a la vez era algo reconfortante, cerré los ojos, y disfrute de ese corto momento, extrañaba sentirlo, dí un leve suspiro causando que Daryl se diera cuenta, por un corto momento mientras abría los ojos nuevamente nuestras miradas se conectaron. Oh, esa bendita sensación volvía, las ganas, estaban tan latentes como el primer día.
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The Last Ones Here
Fiksi PenggemarTrabajaba para la armada norteamericana como médico de trauma. Cuando la infección comenzó, todo el personal militar y de sanidad debía reportarse para ser reubicado. Nos llevaron al hospital de Saint Mary en Salt Lake City, Utah. Tras dos semanas...