-Mamá ¿Por qué lloras tanto? ¿Te caíste? – me asome a la habitación de mis padres asustado por la cantidad de ruido que hicieron cuando llegaron, Jarvis me dijo que mejor me quedara en mi habitación, veía como corría de un lado a otro junto con mi padre.
-No pasa nada cariño- ella estaba sentada en la alfombra de su habitación, muy despeinada, el maquillaje corrido y envuelta en una manta, trate de acercarme, pero algo me detuvo.
- ¿Por qué hueles raro? - le pregunte inocentemente y ella comenzó a llorar.
-Es que tuve un accidente, pero nada de cuidado, me caí en un bote de basura, tienes una mamá algo despistada-escondió su cara entre sus manos.
-Anthony Edward Stark sal de la habitación inmediatamente- el grito de mi padre hizo que me cuadrara y erizara el cuerpo.
-Si señor- me fui paso a paso para salir de ahí, vi cómo le daba a mi mamá un par de pastillas con un poco de agua.
-Fui mi culpa Howard, fue mi culpa- mi madre llorada.
-No, es cierto, fue culpa de esos desgraciados, ellos deberían haberte respetado, pero esto no se quedará así- nunca había visto a mi padre tan enojado, ni cuando queme su laboratorio por accidente.
-No, no hagas nada tonto, Tony y yo te necesitamos- el negó.
-Mi familia es primero, tú eres lo más importante en mi vida- se abrazaron y cerré la puerta.
Por la madrugada me levante por un vaso de leche, mi mamá se sentía enferma, eso me había comentado Jarvis, así que no me pudo ir a dar las buenas noches ni a leerme un cuento, no hacía falta pues yo ya sabía leer, pero me gustaba que lo hiciera, escuche un ruido en el laboratorio de mi papá.
Baje lentamente y me asome en la puerta estaba Jarvis vestido de civil.
- Señor, recuerde lo que le dijo la señora, ¿Qué sera de ellos? – le preguntaba a lo que mi padre en ese momento saco una larga arma, era un prototipo de algo que estaba trabajando.
-Alguien debe detenerlos, esto no puede quedarse así, ¿imagínate cuanto daño debieron hacerles a otras personas, solo por ser alfas? Si debo ir contra los de mí misma casta no me importa, esto no se va a quedar así, ella es mi omega, mi todo, peleare con el mismo diablo si es necesario.
Salieron en un auto que nunca había visto, no supe a qué hora volvieron pues me quedé dormido.
Días después la policía visito nuestro hogar, hizo preguntas y con la misma se fue, cuando le preguntaba a mi mamá por ese día, siempre me cambiaba el tema.
Cuando regresé de unas vacaciones de diciembre, mientras escuchaba a mi madre tocar el piano, mi padre se sentó a mi lado y me dijo: Cuenta una leyenda que todos tenemos un alma gemela, una mitad de la cual hemos sido separada al nacer, cuando me contaron eso dije que era una total patraña un invento de algún demente que no sabía de ciencia- me volteo a ver fijamente.
- ¿Tú crees en las almas gemelas? - pregunte bastante asombrado pues mi padre siempre ha sido un hombre de ciencia, a decir verdad, somos hombres de ciencia.
-Que alguien en algún lugar este hecho para ti y solo para ti, se me hacia una idea muy ridícula, era imposible, digo... ¿Cómo podrías basar tu propia existencia solo para otra persona? Es ilógico, antinatural- me dijo mirándome a los ojos.
-Hasta que conocí a tu madre, todo aquello cobro sentido, he hecho lo que fuera por ella y lo haría mil veces más sin pensarlo, es la razón de mi vida y espero hijo, que algún día tu encuentres esto, para ese entonces seas un gran hombre, preparado para enfrentar lo que sea, no dudar de tus acciones y decisiones, que hagas lo que sea necesario- veía a mi madre con veneración.
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Vindicare
FanfictionEra la boda, los novios, la fina estampa más perfecta que pudiera ver, sin embargo el destino es algo que no puedes anticipar pero sobre todo pelear contra el.