Capitulo 7

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Pues poco a poco comencé a conocer a Sam, Sharon me había comentado algo de su vida, él había estado en el ejército, fue a varias misiones, sin embargo cada ida regresaba más diferente, al igual que muchos combatientes había desarrollado estrés postraumático, el ejercito le ofreció ayuda pero él no la quiso, así que poco a poco comenzó a perderse, sus familiares, amigos, su casa, quedo completamente en la calle, así que un antiguo compañero lo auxilio y lo llevo a una clínica de salud mental, empezó a tomar terapia y medicamentos, no fue sencillo, llevo demasiado tiempo, no sería el de antes, pero no significara que no pudieras ser mejor, trataría de llevar el control de su vida.

Así que al salir no tenía donde vivir, empezó a buscar trabajo, no podía tener acceso a su pensión o cuentas bancarias pues aún tenía que verificar su salud mental para determinar si era capaz, pero sin empleo era algo difícil, le sucedió de esas trabas burocráticas, encontró el comedor de Sharon mientras caminaba buscando una oportunidad de seguir.

Mientras servía los platos de comida caliente para los comensales del día, me quede mirando a su alrededor, al ver el lugar, es como si algo en mi hubiera tomado sentido, era afortunado tenía más de lo que había soñado, así que podría apoyar a otros también.

Con asesoría de Matt, funde mi organización filantrópica "Renacimiento" ocupe parte del dinero de la herencia.

A lado del comedor rente un local en donde empezaría desde cero, quería ayudar y tenía mucho que hacer, quería dar becas para estudiar, apoyar a omegas que no pudieran costear sus supresores, apoyar al comedor de Sharon a que no cerrara y poder darles 3 comidas diarias a las personas que más se pudieran, así que debía de ser sustentable por mi propia cuenta, así que utilice mis conocimientos que adquirí en mis trabajos de medio tiempo y en mis estudios.

Compre una máquina, consumibles y un horno, empecé a hornear galletas, suena irrisorio, pero lo hice, no le quería comentar absolutamente nada a Tony, a duras penas podíamos platicar si es que no se quedaba dormido en la video llamada, estaba agotado, decirle lo que hacía me daría todo el dinero que quisiera, eso no era lo que deseaba, quería que Tony se sintiera orgulloso de mi.

Natasha me donó una función cada semana, su espectáculo arranco con muchísimo éxito, era de esperarse ella era una bailarina impresionante.

Ahora necesitaba comenzar a vender, pero no tenia de cómo, pero me di cuenta de que no estaba solo.

-Yo te ayudo Steve, quieres vender yo soy bueno en eso, me dedique en los veranos al negocio de la familia, déjame ayudarte- era Sam que me veía hacer una y otra vez programas.

El empezó vendiendo mis galletas de casa en casa, gracias a mi receta se vendían excelentemente, así que comenzamos a darle empleo a las personas que acudían al comedor, la crisis económica les había pegado a todos, recibían la mitad de la ganancia por caja, registe la receta como Matt me dijo, cuando me di cuenta tenía casi 100 vendedores, empezamos con las ventas en línea y generamos más empleos, estaba feliz porque el dispensario se estaba haciendo una clínica, el comedor, estaba mejorando ahora ya contaba con un Hogar temporal para quien lo necesitaran, compre un edificio para habilitarlo, algunas familias vivían en sus vehículos por falta de un techo, pero los inviernos eran muy extremos en la ciudad así que ¿Por qué no darles un lugar caliente para pasar la noche, el día o un momento hasta que repongan su situación?.

Regresé a mi departamento, no creí correcto quedarme en la mansión Stark más porque el único lazo que nos única era mi hermana y ella ya no estaba, no quería más problemas para Tony, suficiente tenía con toda la prensa sobre él, no lo niego fue una terrible discusión, pero entendió, siempre es un hombre tan comprensible, habían pasado 8 meses desde que se había ido, su situación no fue fácil, después de verificar su sucursal en Japón, se fue a Europa, como lo había dicho, muchos lo estaban traicionando, Rhodey le estaba ayudando a recuperar todo el armamento que en su momento vendieron, debía de ser destruido para no provocar más tragedias, no era algo fácil, pero estaba dando lo mejor de sí para solucionarlo.

Un día mientras estaba en mi oficina, llego Carol, me reconoció por un artículo que uno de los periódicos hizo por nuestra labor altruista, la pobre lloro mucho al recordar a Pepper, no quise decirle la verdad sobre mi hermana, pero ella ya se estaba dando cuenta de la verdad, el día del funeral pudo ver cuántos amantes tenía ella, ahora solo se centraría en su bebé y en una florería que tenía era un legado de sus padres, se ve que es una buena mujer, lamentablemente se enamoró de mi hermana y pues ella no valoraba el amor.

Pronto seria año nuevo, la pasaría con Natasha y Clint, James y Peter lo pasarían en la casa de la Tía May, Sam y Sharon me dijeron que ellos se quedarían a dar la cena de navidad, yo debía de descansar, así que les tome la palabra, quería reposar un poco antes de ir con mis amigos.

Cuál fue mi sorpresa cuando llegue mi departamento estaba lleno de rosas rojas, mi móvil sonó, por el tono sabía que era el amor de mi vida.

- Feliz Navidad señor Stark, me pregunto ¿Cómo consiguió la llave de mi departamento? - veía cada arreglo florar, el cual tenía una tarjeta, cada una decía lo mismo... Te amo Steve, Atte. Tony co su puño y letra.

-Señor Rogers, por su tono, debo suponer que mi sorpresa ya fue entregada y en respuesta a su reclamo pues puedo decirle que tengo pajaritos que me ayudan en mis misiones- no pude ocultar la risa.

-Tony, las rosas son preciosas, no te hubieras molestado cariño, siempre tan detallista conmigo-mi voz se entrecortaba, por la época creo que me deprimía un poco, todos mis amigos estaban conmigo, pero extrañaba mucho a mi alfa, cada semana me enviaba un enorme arreglo de flores, una caja de chocolates que sabían que me gustaban mucho, de vez en cuando un animal de peluche, cada semana no faltaba su pequeño obsequio.

-Amor, no llores, sabes que me partes el alma cuando lo haces, debes de ser fuerte, pronto estaremos juntos y no nos separaremos nunca, veras que no falta mucho- limpie mis lágrimas.

-Es que te extraño mucho, lo siento, sé que te mortifico por eso, pero te juro que estaré bien, fuerza y paciencia lo tengo en mente- me recosté en mi cama.

-Y dime ¿Qué tal tú día?, No me comentaste ¿dónde pasarías la navidad?, ahora debes de confesar Stark- en eso escucho el timbre de casa.

-Amor, espera alguien llama a la puerta debe ser mi vecina, iba a salir de la ciudad, me iba a dejar un juego de llaves para que le riegue las plantas- abro la puerta y mi teléfono se cae al piso.

- ¿No te dije que pasaría la navidad contigo Steve? - ahí en la puerta de mi pequeño departamento después de casi no verlo durante un año estaba Anthony Stark.

-Dime que ya no nos vamos a separar- me mordía los labios y mis lagrimas estaba asomándose.

Tony se arrodillo y saco algo de la bolsa de su abrigo.

-No, no nos separaremos si tu aceptas casarte conmigo, Steve Rogers, comparte tu vida conmigo, regreso a mi hogar, tú eres mi hogar, siempre volveré a ti, siempre serás tú- me aviento a sus brazos y le lleno de besos, sus besos son el cielo, al fin puedo tenerlo entre mis brazos, aspirar su aroma, sentir su calor.

Como podemos cerramos la puerta, la ropa hace un desfile de camino a mi habitación, mientras me quita la última prenda un momento de raciocinio viene a mí.

-Tengo que avisarle a Nat, iba a cenar con ella- respondo entre jadeos.

-No te preocupes ya le avise antes de llegar, dice que te va a guardar pastel de frutos secos- me tumba en la cama.

- Recuperemos el tiempo perdido, mi vida- mi alfa se pone encima de mí, estoy esperando a que me bese, pero no sucede nada, abro los ojos y le veo su rostro molesto.

- ¿Qué sucede? - acaricio sus mejillas.

-No me respondiste- está molesto.

Veo mi mano y tengo el anillo puesto, es precioso, lo volteo a ver y le doy un beso.

- Acepto, acepto casarme contigo Anthony Stark.


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