Una carta diaria para Seokjin, seis párrafos, uno para cada autor. Seis chicos que comparten un mismo sentimiento y que no han tenido de otra más que ponerse de acuerdo y colaborar para tratar de conquistar al mayor.
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HISTORIA ORIGINAL
PROHIBIDO CO...
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—¿Seokjin-sunbae? ¿Puedo hablar contigo un momento?
Los puños apretados en los bolsillos de su chaqueta le daban una idea de lo muy tenso que se debía estar viendo para el mayor y su mejor amiga, que estaba muy seguro, le estaba observando con una mueca burlona. ¿Qué hacía Moonbyul allí? Jungkook solo quería decirle que se fuera, empeoraba la situación, le hacía creer que estaba haciendo algo incorrecto cuando no había nada más lejos de la realidad. ¡Taehyung había empezado!
Había sido más que una traición lo que había hecho, empezando por apuntar que ambos habían estado en igualdad de condiciones, ninguno tenía forma de relacionarse con Seokjin si no lo buscaban por su propia cuenta, no compartían ningún taller con él, no se encontraban en la biblioteca y mucho menos iban a la misma clase.
Al mismo tiempo, ambos eran los únicos que no estaban atemorizados por el simple hecho de presentarse.
Aún así, después de las cartas, nunca hubiesen usado aquello para sacar ventaja, menos aún con una excusa que involucraba su trabajo de equipo.
Pues bien, tal vez Jeon ya no quería que lo siguiera siendo.
Podía avanzar solo, por su cuenta, y era hora de demostrarlo.
Entornó los ojos atreviéndose a buscar directamente la mirada de su mayor, teniendo éxito al primer intento porque ya no se sentía intimidado en absoluto. Seokjin no tenía ese efecto en él, mas al contrario, cada vez que le veía, incluso desde que había entrado a la escuela, le nacía tratarlo protectoramente, como si fuese alguien cercano, con confianza y cariño.
Sí, sobre todo cariño.
La gente le solía catalogar como antisocial, tímido, aburrido, resentido, se le podían venir a la mente cientos de calificativos y bueno, en realidad no era como si le importara lo que los demás pensaran de él por el simple hecho de vestirse de negro, ocultar sus ojos con su flequillo y no hablar mucho. Solo no le nacía hacerlo, todavía estaba trabajando en eso y había llegado a la preparatoria con la esperanza de ganar confianza haciendo uso de los tres años que le quedaban en el lugar abarrotado de gente nueva por conocer.
Por supuesto que aquella motivación se hizo añicos el primer día, cuando aún después de haber ayudado a una chica a llegar a su salón, la misma se había apartado porque Jungkook, pensando que de allí en adelante se harían buenos amigos y ya no estaría solo, le preguntó si podían almorzar juntos.
No era necesario especificar cuán frustrado se había sentido tras el brusco rechazo, era decir, no era obligación de ella aceptar en absoluto, pero que luego le escuchara apoyando los ridículos rumores que empezaron a circular en su clase solo porque él nunca dejaba ver sus ojos, le decepcionó bastante.
