Yoongi notaba sus mejillas arder a medida que los segundos sintiéndose observado pasaban. Tragaba saliva y se rascaba los dedos, nervioso por los ojos sobre él. Los ojos avellana más bonitos del mundo entero, a su criterio.
No quería voltear al costado, sabía que Seokjin iba a estar observándole, y eso ya era muy malo. ¿Desde cuándo él le prestaba atención? Algo andaba mal, muy mal. Y no era que fuera tan paranoico como Hoseok o Jimin, pero presentía que tenía que ver con las cartas.
Pero, no había forma de que Seokjin le hubiera descubierto, ¿verdad? Habían sido cuidadosos, sobre todo él.
Negó con la cabeza, volviendo a prestar atención a sus apuntes. No, definitivamente no podía ser eso. Debía descartar que Jin hubiera descubierto que él era uno de los seis que le escribían todos los días, porque no le había dado motivos para sospechar. Seguía siendo completamente normal, solo un compañero de clase y casi amigo que hablaba realmente muy poco con Kim.
Pero que le observaba mucho, eso sí.
—Min.
Yoongi casi se cayó del asiento por la voz tan cerca. Inhaló y exhaló fuerte para calmarse por dentro, no podía ser tan evidente. ¿Qué ocurría con él? Nunca se había mostrado afectado por Jin, era muy bueno disimulando.
¿Sería que sus presentimientos habían sido correctos? ¿Estaba en riesgo de salir a la luz?
—Min Yoongi— volvió a llamar la voz.
Pero él no podía moverse.
Pocas veces Seokjin decía su nombre, normalmente solo lo trataba de apellido. El derecho del nombre para ser pronunciado por esos labios solo le correspondía a las amistades muy fuertes de Seokjin, algunos chicos y chicas que se sentaban con él a comer y a jugar.
No él, que a las justas le hablaba para algunas cosas y ya.
Tragó saliva antes de contestar.
—¿Qué quieres— al voltear se quedó embobado mirando el bello rostro a tan corta distancia de él, era increíble cómo podía tener efectos tan certeros en Yoongi, le hacía sentir que su corazón reventaría —...hyung?
Seokjin alzó una ceja.
Negó para sí mismo aún observando a Yoongi.
No, debía estar loco al relacionar a este chico con esas cartas, no era posible para nada. Min era un muchacho serio, dedicado, muy ocupado en sus propios asuntos como para estar perdiendo el tiempo en detalles románticos con él.
Debía haber un error en sus conclusiones, ¿no?
Pero Seokjin no sabía qué otro amigo tenía que cumpliera con los requisitos, ser gruñón aparentemente, tener facciones que le recordaran a las de un felino, piel pálida... Ser su amigo. No había otro candidato, el resto de sus amigos no eran gruñones para nada y la mayoría tenía parejas.
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𝘾𝘼𝙍𝙏𝘼𝙎 𝙋𝘼𝙍𝘼 𝙅𝙄𝙉 ; 𝘑𝘪𝘯 𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮
FanfictionUna carta diaria para Seokjin, seis párrafos, uno para cada autor. Seis chicos que comparten un mismo sentimiento y que no han tenido de otra más que ponerse de acuerdo y colaborar para tratar de conquistar al mayor. - HISTORIA ORIGINAL PROHIBIDO CO...