PARTE 4

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SPIDERGIRL PARTE 4

-¿Cómo es que llegó tarde y son el primer equipo en terminar?-. Escuché los cuchicheos en el fondo del salón. -De seguro Shizuru lo hizo todo-. Fruncí el ceño. -Sí, sí, Kuga solo se le pegó-. Me costó mucho no darme la vuelta para cerrarles la boca.

-Excelente trabajo-. El profesor sí se dirigió a ambas. -Por cosas así recuerdo porque le dejó entrar Kuga-.

-Yo no necesito la clase, la clase me necesita a mí-. Dije con cierta altanería.

-Tampoco abuses de mi paciencia Kuga-. Miró a Shizuru con ojos de esperanza. -Quizá usted pueda lograr que esta cabezota-. Sonreí cínicamente. -Llegué a tiempo a mi clase, señorita Fujino-.

-Ara, veré que puedo hacer-. Nos dimos la vuelta para regresar a nuestros asientos.

Ya al final de la clase, antes de salir del salón, el profesor me llamó. -Kuga-. Le puse atención porque ya lo había fastidiado suficiente ese día.

-¿Sí?-. Acomodé la correa de mi mochila, las palomas la picotearon con ira y temía que se rompiera.

Habló con tono discreto. -La escuela quiere que hagamos ya la visita guiada correspondiente al parcial-. Asentí, con que por ahí iba la cosa. -¿Cree que sería posible visitar los laboratorios Searrs?-.

-Creo que sí-. El puesto de mi madre era lo suficientemente alto para autorizar eso. -Mañana le doy una respuesta oficial-.

-Gracias-.

Por supuesto, saliendo del salón vi a Shizuru esperándome. -Oye, no necesito guardaespaldas-. Caminé al siguiente salón.

-Pero yo sí-. Fue tras mis pasos.

-Ahhh... ¿entonces estás usándome?-. Usé un tono dramático.

Un chico pasó corriendo por el pasillo, el cabeza hueca no se fijó en su trayectoria, probablemente habría tirado a Shizuru al suelo. -¡Fíjate en tu camino!-. Sino la hubiese tomado por la cintura y jalado hacia mí.

-Natsuki toma confianza rápido-. Vi su sonrisa demasiado cerca, la solté. -Tus reflejos son muy buenos-. Pero ella me tomó por la cintura a mí. -Así que confío-. Acercó su rostro, tenía una sonrisa traviesa. -En que si no quieres lo evitaras-. No me moví, no pude, hay para que mentir, no es que no pudiera, no quería.

Entonces Shizuru me besó.

¡Shizuru se robó mi primer beso!

Mis neuronas estaban en shock, al igual que muchos que nos vieron en los pasillos, pero eso le importó un comino a Shizuru, y confieso que a mí también, porque joder, en ese momento solo pensaba en lo bien que se había sentido.

Me soltó. -Veo que sí querías-. Guiñó.



Durante nuestra clase de Historia, nos comunicaron que el profesor llegaría un poco tarde. -Y por eso el vecino de al lado me odia... -. Estaba conversando con ella.

-Hey Shizuru-. Hasta que nos interrumpieron como si yo fuese un banco más en el salón. -Ya no te hemos visto en los almuerzos-.

-No exageres Reito-. Por su mueca, supe que no le sentó bien la interrupción. -Solo me ausenté un descanso-.

-Pero no tienes porque comer sola-. En serio, el tipo fingía que yo era una estatua.

-Ya recordé que el razonamiento no es tu fuerte-. Noté que esa sonrisa no era ni de cerca como las que había visto. -No estoy sola Reito, estoy con Natsuki-. Lo saludé desde mi sitio, hizo una mueca, entonces mostré el dedo medio.

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