PARTE 13

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Aquí yo fugándome de mi vida de oficinista y aprovechando que mi salud está mejor, para traerles actualización.

Ojalá disfruten la lectura.


SPIDERGIRL PARTE 13

Lo último, o bueno, lo penúltimo que quería hacer era confirmarle a ese par que éramos tres fenómenos en la misma escuela. Que Spidergirl apareciera era equivalente a joder a Natsuki, que dolor de cabeza, tener dos vidas generaba el triple de problemas.

-Creo que lo mejor es la retirada-. Apresurada saqué unas gasas y una botella pequeña de alcohol de mi mochila. -Mejor decir aquí corrió que aquí quedó-.

-Así es-. Asintió rápidamente. -Es de sabios saber cuando retirarse-. Supongo que la alertó el detalle de que Nao consiguió hacerme sangrar. -¿Siempre cargas eso?-.

Desinfecté mi herida con un chorro de alcohol, un poco cayó en mi ropa, cubrí la herida. -Esa imbécil pega duro-. Le dí un vistazo a la puerta, era cuestión de tiempo para que esa cavernícola llegará buscándonos.

-Ara, mi respuesta-.

Asomé la cabeza por la puerta, el pasillo estaba vacío, todavía faltaban cerca de 15 minutos para el cambio de clases. -Por lo regular, sí. Soy susceptible a que quieran lastimarme-. Salí primero, dí otro ojo alrededor. -Despejado-.

-Adorable-. Shizuru salió detrás de mí.

-No hay nada de adorable en eso-. Se me escapó una mueca. -Ah, antes de que se me olvide, te regreso tu pañuelo cuando lo lave-.

-Sin prisas, pañuelos hay muchos, mi Natsuki una sola-.

-Shizuru no es momento de coqueteos-. De preferencia quería evitar sonrojarme cerca de mis potenciales enemigos mortales.

Nos escabullimos hasta la puerta principal.

-Que fácil-. Al abrir la puerta me maldije por abrir la boca.

-Kuga-. Reito nos contempló desde el otro lado, su cara de descontento le quedaba fatal.

Teniéndolo tan cerca lucía incluso más demacrado, el simbionte parecía estarlo drenando; estuve a una pizca de sentir algo de lástima.

-Tengo un asunto pendiente contigo-. Colocó su mano derecha sobre mi hombro, necesité mi auto control para no apartarlo de un golpe.

-Ara-. Lo sostuvo por la muñeca, tan firme y segura que parecía que la del simbionte era ella; me puse un poquito nerviosa. -Soy celosa Reito-.

El agarre en mi hombro se soltó. No supe si el patán también quería aparentar normalidad o si fue una reacción natural, de lo que si estuve segura fue de que Shizuru fue el detonante.

Nos alejamos de la puerta, Reito nos observó por un minuto antes de entrar al edificio. -Diablos Shizuru, tienes nervios de acero-. La mayoría se habría cagado, o habría tenido, por lo menos, un escalofrío.

-Tengo que responsabilizarme, es en parte mi culpa-.

-Oye, oye, oye-. Busqué tomar su mano. -Si algo he aprendido en este trabajo, es que, tenemos la culpa de nuestras acciones, pero no de las de otros-. Fruncí el ceño. -Si ellos se convierten en supervillanos, a la mierda, desde el inicio no estaban muy sanos-.

-Pero...

-Míralo así, cuando peleo con criminales, ellos generan rencor contra mí, eso es mi culpa por patearles el culo, pero lo que ellos hacen con ese rencor, esa mierda es culpa suya-.

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