▪️◾◼️ Estas Enamorado💘
▫️◽◻️ También te ama💞
▪️◾◼️ Disfruten su final feliz❤️
Colombia y México son mejores amigos desde que fueron conquistados por Imperio Español, se han apoyado desde siempre, formando una de las amistades más puras que podrán...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado unas cuantas semanas desde lo ocurrido en casa de Colombia, este ya se encontraba mejor. Al parecer no lo estaba buscando, y si lo hiciera, Colombia no traía su celular consigo, por lo que no se podían rastrear mensajes ni llamadas.
Los acercamientos ahora eran más continuos, hacían la mayoría de cosas juntos, cocinaban, veían películas, dormían juntos.
En este tiempo México empezó a sentir unas cosquillas cuando el colombiano lo abrazaba, ya sea despierto o inconscientemente, dormido.
El norteamericano estaba en su cuarto, escribiendo en su cuaderno, algo como un diario, que sólo el podía leer. Colombia estaba tomando una pequeña siesta en su cuarto.
Escucho como su teléfono sonaba, era un número desconocido, anteriormente ya había recibo ese tipos de llamadas, pero eran números equivocados, así que no le preocupo, simplemente contesto.
—¿Donde lo tienes?— era una voz distorsionada que no lograba reconocer
—¿bueno?, ¿quien habla? — Pensó en colgar, pero la curiosidad lo mataba, estaba a punto de contestar con un "funeraria López, donde nosotros se la enterramos", pero le volvieron a contestar.
—¡¿Donde lo tienes?! — ahora era un tono mucho más fuerte, no le tuvo tiempo de pensar una respuesta cuando cortaron la llamada.
A pesar de que se le hizo extraño, pensaba que podía ser algún extorsión telefónica, así que no le tomo mucha importancia.
Al otro lado de la ciudad se encontraba Victoria, estaba rastreando la llamada, no era tonta, lo más probable es que Colombia estuviera con el, ya que el punto de celular no se movía, suponía que estaba en su casa, así que subió a su carro y manejo hasta allá.
Eran alrededor de las 4:00 p.m, ambos amigos se encontraban cocinando en la cocina, cuando tocaron la puerta, pidieron pizza así que no sospecharon nada. —yo abro —dijo el más alto, se dirigió a la puerta y la abrió.
Lo primero que lo recibió en la puerta no fue una deliciosa pizza, sino, un fuerte golpe de su novia, porque si, no había terminado con ella, además de que no tenían contacto desde hace semanas, no tenia el valor de terminarla, todavía la quería.
Colombia cayo al piso muy asustado la mirada de su "novia" era penetrante, se agacho ante el y le acaricio la mejilla — ay mi amor, a ti no te pasara nada, lo siento por el golpe — beso con suavidad su cara.
México escucho el golpe y salió corriendo de la cocina hacia la puerta principal, vio a la muchacha en la puerta junto a Colombia, este aún se encontraba en el piso.
Camino sujetando a Colombia y alejandolo de ella.
—vete de mi casa — ese ya no era el México sonríente, feliz y risueño que todos conocían, están enojado y mucho, ya había causado muchos problemas al Colombiano.
— vengo por mi novio y luego me iré, de paso te pido que no te acerques a el— el porte de Victoria era serio y calmado, como si no estuviera haciendo algo malo.
— Tú y yo ya no somos novios, desde el momento en que me pediste alejarme de mi mejor amigo — ahora hablo el Colombiano, estaba nervioso, no quería terminar con ella, pero no seguiría en una relación así.
Victoria quedó estática en su lugar, no esperaba esa respuesta, no dijo ni una sola palabra, solo dio la vuelta y se fue, más no se borro su cara de enojo y seriedad, en ese momento, los otros dos se sintieron tan aliviados de que por fin se haya ido de sus vidas.
Eso creían, pero ese es problema del futuro, no del presente.
Colombia por fin se levantó del suelo y sacudió un poco sus ropas, México cerró la puerta con seguro y aseguró el resto de puestas y ventanas por si acaso.
El sudamericano observaba al tricolor con una gran sonrisa, aún sentía el dolor en su mejilla por el golpe de la pelirroja, pero eso quedaba en segundo plano.
—¿que me miras? — soltó el mexicano seguido de una pequeña risita.
—Gracias Mex —el sudamericano se acercó a abrazarlo, el Mexicano soltó un pequeño suspiro — ¿Por qué? —correspondió el abrazo, no entendía mucho la situación — Por ayudarme siempre, me aceptaste en tu casa y me defendiste de Victoria, enserio gracias por todo lo que haces por mi.
El Mexicano se sonrojo levemente y respondió —Recuerdas que te dije que siempre te apoyaría, bueno pues, no era mentira — Colombia cerró los ojos y un muy pequeño sonrojo se asomo en su rostro, que pena que al estar abrazados no podían ver sus caras.
El resto del día estuvieron esperando la pizza, no le pagaron al repartidor ya que llego mucho después de la hora limite.
Comieron, rieron, vieron unas cuantas películas y finalmente fueron a dormir a la habitación del norteamericano.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.