Detrás de la pantalla [Jinsoo]✔

21~

El corazón del más alto palpitaba de forma ansiosa, sintiendo como en cualquier momento éste podía salirse tranquilamente de su pecho.

Quería vomitar y desmayarse, pero no sería un escena muy bonita de ver sinceramente.

Tragó pesado y sintió sus manos sudar.

—¿Estás bien?—Jisoo sonó un poco preocupada. Parecía que el chico en cualquier momento se desplomaría en el suelo debido a su palidez.

Los pies de SeokJin temblaron cuando escuchó nuevamente su voz y carraspeó brusco. Tanto así que su garganta dolió un poco por dicha acción.

—A-ah... uh, si—Murmuró. Su pie derecho comenzó con rápidos pero leves golpes contra el suelo—Qué...—Hizo una pausa—¿Qué se le ofrece?

Jisoo arqueó una de sus cejas con una sonrisita. Ya le preguntó eso y más encima ya le había respondido.

Soltó un suspiro, estirando sus extremidades antes de volver a responder.

—Quería un jugo. No sé si vendes eso—La más bajita rascó por detrás de su oreja.

Las mejillas de SeokJin se calentaron y colorearon cuando ella le regaló una sonrisita timida.

—Ah... uh, si. De... ¿De qué sabor?—Desvió por unos segundos la mirada. Se le hacía imposible mantenerla por tanto tiempo con la joven.

Jisoo llevó dos de sus dedos hacia su mentón mientras pensaba, con una mueca plantada en sus labios.

—¿De naranja hay?

Jin asintió tímido y se alejó del mostrador. Fue hacia los refrigeradores, sacando una de las primeras que había allí.

Cuando se dio un tropezón, quiso morir de la vergüenza. Y ese sentimiento se intensificó cuando escuchó la bonita risita de Jisoo.

—¿Estás bien?—Preguntó amable, sin quitar su sonrisa.

—A-ah, s-si—El mayor dejó la pequeña botella arriba del mostrador, casi tirándola también debido a sus nervios—P-perdón...

—No te preocupes—Soltó otra risita—Yo también me he tropezado, hasta incluso mis rodillas han impactado miles de veces contra el suelo. No tienes idea—Habló con una encogida de hombros.

De los labios de Jin también brotó una tierna y tímida risita.

Se notaba que Jisoo era divertida tanto por mensaje como en la vida real.

Y era aún más bonita que en la foto que su mejor amigo le había enviado.

Su largo cabello oscuro cayendo hasta casi sus hombros. Esos tiernos y pequeños ojitos. Sus labios finos que particularmente tenían una forma de corazón que lo hacían ver aún más lindos.

Definitivamente era muy bonita.

—¿Cuánto sería?—Preguntó la jovencita, dejando el dinero que su padre le dio arriba del mostrador.

Entre millones de balbuceos de Jin y risitas por parte de Jisoo, el primer mencionado respondió a su pregunta.

—Uh... ¿Cómo te llamas?—El mayor preguntó en un hilo de voz.

Cuando ella frunció su ceño se había dado cuenta que arruinó absolutamente todo.

Como siempre.

La menor guardó el dinero que sobraba y agarró la pequeña botella de jugo.

—Me llamo Kim Jisoo—Respondió de forma simple y tranquila, relajando bastante el cuerpo del otro joven—¿Y tú?

Oh, genial.