Detrás de la pantalla [Jinsoo]✔

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Jin tuvo que tapar un poco sus oídos cuando escuchó el fuerte grito de alegría que Jennie soltó ante aquellas palabras.  

— ¡Que felicidad Jinnie!—La castañita dio muchos saltos— ¡Me pone super feliz que trabajes aquí conmigo! Aunque no lo creas, es bastante aburrido estar aquí sola por muchas horas—Murmuró por lo bajo.

—Uh, me imagino. La verdad es que quiero...—Carraspeó—Quiero ganar mi propio dinero y comenzar a ser independiente—Terminó diciendo con un lindo sonrojo.

—Eso está genial—La mayor levantó sus dos pulgares—Mira, ¿Te parece empezar mañana? Sería todo después de la escuela, claramente. ¿Qué dices?

SeokJin asintió con rapidez.

—Perfecto. ¿Tienes mi numero de teléfono?—El menor volvió a asentir con una leve sonrisa—Muy bien, ese será nuestro medio de comunicación en caso de que ocurra algo o te necesite para alguna cosa de urgencia. ¿De acuerdo?

—De acuerdo—El pelinegro movió todo su cuerpo de un lado a otro. Se encontraba tan nervioso y ni siquiera había empezado a trabajar.

Esperaba que todo saliera bien. Sabía que transcurriría absolutamente lento para obtener lo que necesitaba y quería.

Pero eso no le importaba.

No se decepcionaría o bajaría los brazos por nada del mundo. No debía hacerlo si quería triunfar e irse de su casa.

Él podía hacerlo. No se rendiría.

Y quien sabe, hasta podría encontrarse a una chica pelinegra si es que el mundo se ponía de su lado.

De solo pensar en esa posibilidad, su corazoncito latía con mucha rapidez.

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Al otro día...

—Hoy debo volverme caminando a casa—Jisoo se quejó o más bien hizo un berrinche—El auto de mi papá está en el taller.

—Dile al mayordomo que te traiga la limusina—La pelirosa bromeó con una gran sonrisita.

—No sirves para comediante Park—La pelinegra negó y abrió su casillero, en donde sacó el cuadernillo para hacer sus apuntes.

Que la verdad no siempre lograba terminar un mísero apunte. Según Jisoo, los profesores hablaban demasiado rápido y por esa razón nunca terminaba de apuntar todo.

—Si quieres puedes venir a mi casa y cuando lleguemos le avisas a tu familia para que no se preocupen—Rosé sugirió sonriente.

—Me encantaría, pero tengo que ayudar a mi mamá con algunas cosas—Jisoo negó con una mueca—Otro día podría ser.

Roseanne solo asintió aún sonriendo aunque ese gesto se esfumó de sus labios apenas sintió como un brazo se deslizaba por sus hombros, asustándola por completo.

—No te asustes bonita, solo soy yo.

Kim Taehyung.

—Igual me asusto. No tienes que venir así como si nada—La pelirosa se quejó y terminó rompiendo el intento de abrazo que ambos tenían.

Jisoo cerró su casillero, llevando el gran cuaderno hacia su pecho. Sus ojos conectaron con los marrones de Tae, quien le estaba dando disimuladas señas.