•El chico del parque

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Sin cambios
















El cabello recogido en una pequeña cebolla, dejando salir algunos mechones de aquel peinado improvisado. Con la respiración agitada y su cuerpo sudado desde el rostro hasta los brazos y piernas, era molesto pero tenía que hacerlo.

Porque? Bueno, hace unos días clasificó para ser una heroína y se hizo la meta de tener el cuerpo deseado de cualquier mujer.... O de algunas, no quería ir a esos gimnasios llenos de gente y sonidos raros, soportar a personas que sólo llegan a tomarse fotos en el espejo, eso es molesto. Tenía ganas de decirles en sus caras "Pero mírate! Deja de estar aquí, vete a tu casa a celebrar"

Pero en fin, un lugar como el parque no era tan malo, tanto que correr con los audífonos en sus oídos con la música del momento era sobretodo hermoso... Llevabas un Top deportivo negro, con shorts blancos y zapatos del mismo color.

Parecía no ser la única que tomaba la misma opción del parque, ya que había gente corriendo o haciendo incluso yoga en el césped. Pero volviendo a lo que estabas, corrías lentamente moviendo tus brazos de un lado a otro mientras tratabas de respirar desde la nariz, ya tenías como una semana que tenías está rutina de salir a correr a las ocho de la mañana... No le veías importancia si sales a correr en la mañana o tarde, que agradezca tu cuerpo que lo estás haciendo y no estás viendo televisión en la sala de floja.

Después de unos minutos de correr te detienes al lado de una pequeña paja de agua, no traigas botella así que tomas un pequeño sorbo de allí. Al terminar de tomar el elixir de vida suspiras, con las manos a cada lado de tu cadera observando hacia arriba con los ojos cerrados, tratando de regular tu respiración. Luego de unos minutos de meditación abres los ojos, observando a cada lado de tu camino a buscar una tienda para comprar algo de tomar.

Como no observas nada, toca preguntar a personas por si saben si hay algunas cerca. Luego de analizar a la gente tus ojos se pegan en unas alas rojas pequeñas, un cabello largo rubio. Esa persona tomaba un trago de su botella... Tal vez te ayude a buscar la apreciada tienda.

- Hola, buenos días! - Dices a sus espaldas luego de acercarte, pero parece que no te escucha - Amm... Hola?

El sujeto deja de tomar su trago de agua y se voltea... No te habías dado cuenta que traía sus auriculares. Parece sentir tu presencia y te observa con una sonrisa.... Madre mía, ese tipo si era guapo, parece que también estaba haciendo ejercicio ya que también estaba sudado, bueno no tanto ya que traía una toalla alrededor de su cuello.

- Hola! Puedo ayudarte? - Bendito los dioses del Olimpo, este rubio no necesita ojos azules para dejarte sonrojada - Hola?

Pasa su mano frente a tu rostro mientras reía, te desconecta su voz tan grave pero divertida como si tuviera un toque de felicidad en cada palabra... Un poco de vainilla en lo amargo.

- Amm... Buenos días... Solo... Solo quería saber, ¿Dónde compraste esa botella de agua? - Señalas su mano y el la observa sonriendo.

- Oh! Pues, hay una tienda saliendo del parque - Explico sin quitar su sonrisa - Si quieres te puedo llevar?

- Si! - Cubres tu boca por el grito de emoción, bajas la mirada - Perdón... Si, por favor.... Por cierto, soy Cerezo _____ - Le muestras la mano, el la toma con educación pero la levanta besando está dejando un tono rojo de tu parte.

- Soy Takami Keigo, un gusto conocerla pequeña flor de Cerezo - Sonries un poco tímida - Muy bien! Déjeme guiarla!

....

Al salir de la tienda ya podías suspirar bien, tomar ese trago grande agua con algo en el estómago era encantador. Ese desayuno que te hiciste en tu casa no te lleno para nada, Keigo estubo contigo todo el tiempo, fue algo caballeroso y tranquilo tal vez algo coqueto y atrevido pero eso no le quitaba el momento de amistad que le encontraste por casualidad en el parque.

- Bueno.... Tengo que seguir, no he terminado mi rutina - Habló con tono desilusionado - Pero me gustaría saber algo primero...

- Le miraste, esperando lo que diría - Claro... Dime.

- Qué harás hoy a las ocho? - Vaya que directo.

Esperaba tu respuesta y si no fuera por el, la galleta que comprarte se hubiera ido al suelo... El sonrió por tu nerviosismo ya que le causa ternura, tocas tus manos mientras aprietas los labios. No has tenido una cita nunca en la vida, está sería la primera.

- Acaso... Acaso es una cita? - El afirmó sin anestesia - Bueno... Yo... No tengo nada que hacer...

- Te gustaría salir conmigo? - Tomo tu mano dejando la galleta - Si te preocupa pagar la cena, tranquila yo lo hago... Yo soy el que invito!

- Bueno... Es que... Esta es mi primera cita... - El abrió los ojos sorprendido, pasó un momento así hasta que río tranquilo - No te... Molesta?

- Claro que no! - Levanta su dedo índice - Eso significa que soy el primero en todo! Incluso podríamos llegar a hacer pareja!

Te golpeaste la mejilla levemente para no desmayarte de lo que dijo, Ok... Esto no es nada malo... Vamos tu puedes! Tu puedes Cerezo!

- Claro... Donde nos vemos? - El saco su buzo de ejercicio su teléfono.

- Dame tu número, te marco y me dejas en contactos para que me digas la dirección... Yo te voy a traer a tu casa - Sonrío de nuevo... Maldita sonrisa despreocupada... Haces lo que dijo y luego recibes la llamada - Bien! No es dejarte cariño pero tengo que irme... Tengo que hacer recados y si el viejo no me ve me mata después... Nos vemos en la noche.

Te da un pequeño beso en la mejilla para salir corriendo en dirección opuesta al parque, tocas el lugar del beso observando el número en tu teléfono... Sonries un poco para teclear tu teclado en el número, editando el contacto.

•El Chico del parque
Num: ******

Escenarios Hawks◽️ Libro n°2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora