Memento Vitae

Capítulo 1: Régimen

Febrero 2025

El mundo perfecto, países en total armonía, o eso es lo que aparentaban todos y cada uno de ellos... desapareciendo y ocultando siempre a los dichosos delincuentes, vagabundos, deudores, cualquier tipo de persona considerada desecho, o como a ellos les gustaba nombrarlos, excremento social, esa basura que tiñe a todas las naciones de negro. Pero, para ojos de cualquier persona normal los altos mandos eran sutiles al momento de "ocultarlos", en incontables veces la paz se conseguía a través de tantos sacrificios, sacrificios que jamás debieron haberse llevado a cabo y que toda gente ignoraba.

Este mundo perdió la cordura, increíble tomando en cuenta que se tenían las mejores intenciones para mejorar, bueno, aunque si solo te guías por imágenes vistas en la red, todo se ven tan luminoso, lleno de esperanza, bah... esas organizaciones inútiles, creando un mundo de perfección, amor y no sé qué otras porquerías, lavándoles el cerebro a todos creando una burbujita de la cual jamás saldrían.

Desde que se instauró la nueva Organización con todas esas nuevas leyes, reglas, instituciones y sentencias, fue cuando desbordó mi apatía por la sociedad, otros me llamarían demente, pero imagínense vivir en un mundo donde todos se crean felices, donde todos se crean las mentiras de los políticos, empresarios y gobernantes solo de recordarlo una cólera invade mi cuerpo.

Sin embargo, la vida logró darme una nueva oportunidad, un nuevo mañana para mí, bueno, no es que me lo diera si no que lo tomé como mío, en una pequeña isla distante de la sociedad normal, Portzek, sí creo así se llama, un país... bueno isla país siendo sinceros, no concordaba con los lineamientos de las organizaciones del mundo, siempre estuvieron aislados, con grandes avances tecnológicos, vaya a saber Buda o Jesús como los lograron, verdaderamente avanzados para esta época, pero excelentes para que continuara con mi trabajo.

Las personas de todos los laboratorios donde trabajé consideraban imposible mi objetivo y radicales mis métodos de experimentación, seguramente era su envidia y estupidez controlando sus insípidas mentes, idiotas inservibles, borreguitos de los doctores a cargo y de los superiores de estos, incomparables al potencial que yo puedo brindarle al mundo y a la sociedad. Tenia que encontrar una salida a este maldito sistema.

Fue entonces cuando llegue en un barco, aunque no se imaginarán todo lo que una persona puede sufrir dentro de uno de mala muerte, ¿Por qué la organización esa gloriosa no daba mejores barcos? Inútiles alacranes, sin embargo, arribé con vida y todos mis órganos en su lugar, no estoy tan seguro de lo último, pero mientras no haya dolores punzantes no me preocuparé. La bienvenida no fue la mejor, tampoco la peor, aquí no existían los pasaportes, visas o ese tipo de documentaciones en este lugar, solo tu palabra de vivir por Portzek, trabajar para Portzek y morir con Portzek, considerando el mundo exterior, esto era más llamativo, el lugar perfecto para continuar con lo que se me arrebató. Yo solo quiero ayudar al mundo a ser mejor... sin importar el costo.

Julio 2033

- ¡Sebastián!

- ¡Sebastián por amor a Dios levántate! ¡Vas a llegar tarde y no quiero otro desempleado en la casa!

Si así es, los clásicos regaños de mamá... sé que debería estar despierto ya, escuché la alarma quince minutos atrás pero mi cuerpo pesaba más que un camión de pasajeros, diablos hasta creería que la cama era Atlas y el mundo era yo, claro no por ser importante más bien por el peso que sentía para mover un músculo.

Era mi primer día en una empresa de renombre, hacía tiempo buscaba un trabajo decente, salir de la universidad y encontrarte en el mundo laboral no es cosa sencilla, menos para alguien que su actividad menos favorita es seguir reglas, pero, uno tiene que sobrevivir, más si en la casa el único pilar es mi mamá.