Capítulo 21: ... Y perderás

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Julio 2033 – Drenaje: Laberinto de Plataformas – Tadao

La puerta abría a otro laberinto de plataformas metálicas. El sonido de las garras chocando con las rendijas y barandillas es lo que me guiaba para perseguirlos. Los ahora gritos de ayuda del infante hacían que acelerara el paso. Atléticamente no soy el mejor, sin embargo, por la adrenalina del momento, y posiblemente por las alteraciones de las que habló la voz, mi velocidad parecía ir en constante aumento, tengo que alcanzarlo.

Cuando había alcanzado una intersección, con unas escaleras a la izquierda y un pasillo a la derecha, el sonido se mezclaba, por lo que era imposible saber detenidamente por cuál camino se había ido. De momento, un dolor punzante había comenzado en mi pecho que recorría hasta llegar hacia la cabeza. Algo no estaba bien conmigo.

Instantáneamente, perdí la visión, y regresé a aquel lugar que aquejaba múltiples de mis pesadillas. Un ambiente inhóspito, rodeado de un silencio amargo. No había motivos, no había razones para volver, no estaba bajo el control remoto del guardia del entrenamiento, ni siendo supervisado por la voz... aunque, posiblemente si lo estuviera. Parece ser que tiene un seguimiento exacto de todo lo que nos rodea, y ahora, está provocando el blackout, no había tiempo que perder, una desesperación gigantesca posaba sobre mis hombros, necesito ayuda.

La criatura de brea surgía delante de mí, una apariencia reconocible, familiar pero corroída por todos los males que existían en el mundo. Tengo que salir de aquí lo más antes posible. El ser, comenzó a acercarse, mi cuerpo inmóvil, no tuvo más opción que ser tomado por el mismo. Sus brazos tomaron mis hombros. Tuve un acercamiento hacia sus gélidos ojos grises. No puedo despertar, ni nadie puede despertarme ahora.

- Dame el control... - una voz parecía salir de la persona sosteniéndome, aunque no había una boca que la emitiera, solo retumbaba en mis oídos y en el ambiente. Macabra, cargada con sentimientos de pena y de enojo, carraspera... pero con entonaciones similares a la mía.

- puedo ayudarte...

Seguía hablando, quería que parara, no se que me esta tratando de decir, ayudarme, necesito ayuda, pero... no, la tuya no.

- siempre has tenido miedo...

El miedo me ayuda, sobrevivo gracias al miedo que siento cada día, eso es lo que me mantiene alerta, lo que me recuerda que el peligro existe y que debo alejarme de él... así que guarda silencio.

- eres un inútil Yamagawa...

Cállate.

- por eso ahora...

Cállate, cállate, cállate.

- déjame ser yo quien tome las decisiones...

Silencio, al fin silencio, pero... a que costo.

El alquitrán comenzó a invadir mi cuerpo, un líquido viscoso que se sentía pegajoso, en cuestión de segundos me absorbió por completo, hasta que... finalmente sentí un cambio radical en mí, como les había sucedido a los demás, solo que... yo tengo el control.

Volví al drenaje, parecía que habían pasado unos escasos segundos, pero yo me sentía totalmente diferente, con menos miedo que antes. Mis sentidos, también se habían agudizado de una manera increíble, podía escuchar claramente de donde provenían los golpeteos de las garras y el ruido del llanto de Nerin, todo se escucha con claridad, todo se ve con claridad.

- Por las escaleras...

Mi cuerpo se movía con mejor destreza, mis pasos eran más veloces, y mis pensamientos más ordenados, pero sé que no durará mucho, solo es cuestión de tiempo que se agote el efecto... lo sé por qué él lo sabe... y si él lo sabe por ende yo también lo he de conocer. El...

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