Rompiendo promesas

Capítulo 18: Devuélvelo I

En la ceremonia, Nie MingJue no despego su vista de Meng Yao tratando de discernir si este sufría por este evento, en cuanto alzo la vista y vio la escena del joven inconsciente, se trató de mover, pero enseguida sintió el frio desolador, reacciono rápidamente y tomo el brazo del joven omega que estaba a su lado, busco a Huaisang con la mirada, pero ya no lo veían si era sincero ya no recordaba si había estado a su lado durante la ceremonia.

-Debo buscar a mi hermano, adelántese- MingJue le dio la orden a Meng Yao en medio del pánico que iniciaba a extenderse y este asintió.

A diferencia de los demás, Meng Yao dio pasos lentos sin intención de salvarse, su cuerpo parecía no importarle el trémulo frio, morir congelado parecía una idea tentadora en lugar de una aterradora, así que camino sin mucha atención. Un corte de hielo en extremo filoso iba directo hacia su pecho, no quería moverse, su deseo de supervivencia parecía desaparecer, pero el del líder Nie no y con su deseo de salvarlo, corto con el sable aquel elemento que amenazaba la vida de su amado, protegiendo el pequeño cuerpo del omega.

-A Sang ya salió, alcancémoslo - MingJue estiro la mano y Meng Yao la tomo, sostener la mano del alfa se sentía bien, esos momentos estaban bien, pese al frio que heleaba todo, la cálida mano del alfa lo guiaba y eso era suficiente para que su dolor desapareciera, ¿por qué no quedarse para siempre en ese momento? - ¿Sé encuentra bien? - MingJue pregunto una vez habían salido de la niebla.

-Así es, líder, estoy bien- Meng Yao sonrió hacia el alfa que le brindaba la calidez que necesitaba su corazón, calidez que necesitaba para saber que no todo en su vida debió hacerlo mal para al menos merecer esos momentos de dicha, que su destino no era tan trémulo como parecía, pero el caos que había lo golpeaba y lo devolvía a su realidad, este era proporcional a la niebla que se expandía fuertemente. Su misión era dejar la tiara en la cabeza del joven, ya lo había hecho, buscó al general Shan, pero no había señal de este, debía irse con él, pero ¿Por qué no quería hacerlo? Y ¿si escapaba? ¿si fingía su muerte?, no ¡que idea tan absurda! Su hermano aún estaba en el poder de Wen Xu, todo lo que había hecho hasta ese momento no serviría de nada.

- Esto es terrible, ¿el joven Jiang de verdad murió? - un discípulo hablo y MingJue tosió, en ese momento lo importante era salvar la mayor cantidad de vidas, no era momento de cotilleo.

-Líder Nie ¿Ha visto a mi hermano? - Wen Qing había buscado a su hermano desde que salió de la niebla, pero no había señales del noble alfa y eso le daba un mal presentimiento.

-Estaba corriendo junto A Sang, alcanzaron a salir de la niebla, deben estar por acá- Nie MingJue hablo y Wen Qing pudo soltar un suspiro atrapado.

- Yo iré a buscarlo - Meng Yao se ofreció.

- Iremos juntos- los tres asintieron e iniciaron a avanzar buscando en la multitud, pronto la niebla inicio a descender y estos seguían sin hallar señal de ninguno de los dos menores. Cuando finalmente la niebla desapareció por completo, varias estatuas de hielo decoraban lo que antes era un patio vacío.

-General Shan - MingJue reconoció el cuerpo de su general, el cual era atravesado por hielo sólido en el pecho con los ojos abiertos, debió ser una muerte agónica. Lo extraño de este cuerpo era que no estaba en dirección de quienes huían, sino que se acercaba al interior de Gusu. Meng Yao no dijo nada, pero decir que no le alegro que ese sujeto muriera y más de esa forma sería la más grande mentira.

- Todos por favor reúnanse - Lan Qiren hablo - Las bajas que hemos tenido deben ser reportadas

- ¿Dónde está el líder Lan? ¿Por qué no nos da la cara por las muertes? ¡Exigimos una explicación! - Alguna turba se inició a juntar, pidiendo respuestas sobre tan siniestro evento, a lo que Qiren no podía dar una explicación congruente.