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En el pasado ambos tuvieron sus diferencias y rencores, el odio parecía que sería eterno, cualquiera que los viera juraría que su lucha no pararía hasta que uno de los dos muriera, después de varios siglos ambos se perdieron el rastro pero el odio aun perduraba.

Continuaron con sus vidas sin imaginarse que un día se verían frente a frente de nuevo, Shi Wudu había comenzado a trabajar en una agencia de espionaje en la que tomar una que otra vida a veces era necesario, su agilidad e inteligencia le hicieron llover mil cumplidos y a su vez provocaron interés en el jefe supremo del negocio, aquel al que pocos tenían el gusto de conocer.

Los rumores decían que aquel hombre se ganó su puesto con trampas, el viejo jefe un día murió en condiciones inexplicables siendo el su único hombre de confianza, una vez el jefe murió el ascendió a su puesto sin problemas, las malas lenguas decían que buscaba a una persona ¿La razón? Nadie lo sabe, se cree que existe un tipo de resentimiento que lo ha motivado a escalar tan alto.

Un día shi wudu fue citado para verse con él, la noticia se expandió como pólvora. ❝― Llevo años trabajando aquí y nunca he visto al jefe ¿cómo ese novato pudo lograrlo?❞ ❝― No te confíes, dicen que fue capaz de acabar a cincuenta hombres el solo en una sola noche usando solo un abanico de mano. ❞

La gente murmuraba a su alrededor pero él no les prestó atención, estando frente a la puerta de la oficina del jefe su abanico se abrió y se movió suavemente de adelante hacia atrás una vez la puerta se abrió ambos hicieron contacto visual. ❝― ¿Tú?❞ Dijeron al mismo tiempo, tras el escritorio sentado en su cómoda silla estaba nada más y nada menos que el demonio aguas negras He Xuan, con un porte elegante, una mirada penetrante y una mueca en sus labios.

Ninguno de los dos se imaginó que algo así llegaría a pasar, la tensión era más que evidente cualquiera que los viera juraría que se odian, no estaban nada equivocados.

Muchas veces intento matarlo, muchas veces soñó con encontrarlo y hacerlo pagar pero después de tanto tiempo sin darse cuenta aquel sentimiento comenzó a cambiar, aquellos enemigos pasaron a ser amantes, todos sabían de ello pero tenían prohibido hablar sobre el tema, todo aquel que hablase mal de su relación solo obtendría un trágico final.

Los novatos a veces cometen errores, algunos son perdonados pero otros no corren con la misma suerte, este fue el caso de una joven, hacía poco tiempo había comentado a trabajar como secretaria, ella no era alguien muy discreta, solía decir lo que pensaba todo el tiempo y esto le trajo problemas, una tarde esta se encontraba haciendo papeleo, junto a ella estaban otros tres sujetos revisando archivos pero también se encontraba Shi Wudu supervisando.

Al ser nueva quizás no estaba enterada de muchas cosas y sus compañeros claramente se olvidaron de advertirlo sobre cierto detalle. ❝― Escuche que el jefe estuvo mucho tiempo buscando a alguien a quien odiaba.❞ los otros tres trabajados guardaron silencio compartiendo una mirada incomoda. ❝― Pero ahora dicen que ellos dos son amantes, osea, no se quien sea esa persona pero el jefe merece alguien mejor, ah es tan sexy y guapo, si tan solo tuviera una oportunidad con el...❞

Uno de los chicos a su lado miro de reojo el rostro de Wudu, este estaba tranquilo sin rastro de molestia cosa que los alarmo, la joven seguía fantaseando con una historia de amor digna de ficción.

Shi Wudu de pronto se levanto de su asiento, los otros jóvenes intentaron seguir con su trabajo con normalidad, el sudor frio corría por sus frentes, una tormenta venia en camino. ❝― Creo que tienes razón.❞ Dijo abanicándose, había dado un par de pasos hasta llegar frente al escritorio de la chica. ❝― Escuche por ahí que hoy tienen una cena en un lujoso restaurante, yo que tu me alistaba linda e iba a luchar por el amor del jefe.❞

La joven lo pensó un poco, aquella idea le agrado bastante. ❝― Un hermoso vestido, un par de tacones y un elegante peinado harán tu noche inolvidable.❞ Comento con voz dulce motivándola a hacer caso de sus consejos, la chica le agradeció más que emocionada, salio de inmediato para poder arreglarse para esa noche, Wudu apenas la vio alejarse estallo en carcajadas.

El no le mintió, esa noche si irían a cenar juntos pero nunca le conto a su pareja que tendría una invitada inesperada, más tarde a la noche ambos llegaron al restaurante, charlaron amorosamente, bebieron vino y disfrutaron de la presencia ajena eso hasta que cierta persona llego, vestida de rojo con un vestido bastante revelador la joven se presento frente a He Xuan, Wudu le daba la espalda por lo que ella nunca vio su rostro en todo ese momento. ❝― Señor me tome el atrevimiento de venir y advertirle que estar con una persona como esta no le traerá cosas buenas, si usted me permite yo podría tomar su lugar y hacerlo mucho más feliz, usted merece algo mejor.❞

He Xuan la miro con molestia, no solo tuvo la osadía de interrumpir su cena sino que tenia el coraje suficiente como para menospreciar a la persona que amaba estando el presente, las risas de Wudu pronto lo alertaron. ❝― Así que viniste.❞ Se dio la vuelta inmediatamente después de decir eso, la joven comenzó a temblar. ❝― ¿Recuerdas que dije que tu noche seria inolvidable?❞ La sonrisa en su rostro continuo intacta, tan solo se movió un poco y se inclino sobre la mesa para besar los labios del demonio, la chica estaba furiosa con lagrimas en sus ojos.

❝― Estos son los labios con los que tanto sueñas besar pero que nunca podrás, este es el hombre sexy y guapo al que jamas conseguirás.❞ Había caigo en una trampa creada para humillarla, fue tan estúpida como para caer en ella, ahora que había sido expuesta de esa manera su única solución fue tomar una cuchilla, abalanzarse sobre el e intentar herirlo, sus planes fueron frustrados de inmediato, los agentes de seguridad la apresaron en un abrir y cerrar de ojos, Wudu observo atento como era arrastrada fuera del lugar, esa noche fue sumamente entretenida.


Cortos Heaven Official's BlessingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora