¿Alguna vez amaste tanto a alguien al extremo de hacer cualquier cosa por su felicidad?
Yuta amaba a JungWoo, más que a nadie, más que a sí mismo y más que a cualquier persona.
—¿Estás seguro que deseas hacerlo?— los grandes ojos lo observan con atención, JungWoo está en el regazo del moreno y tiene los labios hinchados por los besos que se habían dado.
Había pensando bastante en aquel tema y creía estar completamente seguro de que era momento de hacerlo. Él amaba a Yukhei y confiaba plenamente en él.
—Tendremos la casa sola... Y yo estoy listo, solo si tú también quieres hacerlo— responde con simpleza aguantando los nervios que tiene.
Recordaba las charlas que había tenido con Qian, le había aclarado sus dudas y le había dado consejos.
“JungWoo tu primera vez debe ser totalmente consensuada por ambas partes, debes estar en un lugar donde te sientas seguro, con la persona que tú elijas, no seas desesperado y deja que todo fluya y si alguno de los dos desea parar, paren. No olviden lo importante que es la comunicación"
Aquellas palabras resonaban en su cabecita y pensaba que realmente era el momento adecuado.
Por otro lado yukhei se mantenía en silencio meditando aquellas declaraciones, JungWoo esperó paciente su respuesta sus dedos dejaban suaves caricias en las mejillas ajenas. Lo amaba y aunque su respuesta fuera negativa sabía que esa noche seguiría siendo igual de mágica.
—JungWoo es que soy virgen y no quiero hacer algo torpe... Yo no quiero lastimarte no seré muy bueno y si te decepcionó...—
El castaño negó con su cabeza robándole un pequeño beso a sus labios, su novio era tierno y considerado, lo cuidaba y quería hacer las cosas bien. Eso le conmovía.
—Aprendamos juntos, ¿Quieres? Yo tampoco sé qué hacer pero te prometo que voy a esforzarme.
Sus mejillas rojitas lo delataron y aunque ambos estaban nerviosos, Yukhei solo volvió a besarlo con suavidad y cuidado, ayudando a JungWoo a despojar sus prendas y besando cada zona descubierta que veía.
JungWoo por su parte dejó suaves caricias en los costados ajenos, murmurándole lo mucho que lo amaba y lo nervioso que estaba.
Risitas torpes se escuchaban por la habitación y constantes preguntas tales como; ¿Estás bien?, ¿Se siente bien?, ¿Cambió de posición?, ¿Te duele algo?, ¿Continuó?
Y ni que decir cuando ambos acabaron uno al lado del otro extasiados y con miles de sanciones en el pecho, cuando ambos se miraron con vergüenza después de hacer su pequeña travesura.
Cómo tímidamente se abrazaron y se murmuraron palabras dulces llenas de amor.
Y también como olvidar cuando el padrastro de JungWoo los descubrió a la mañana siguiente y echó a Yukhei de su hogar amenazándolo de volver. Cómo JungWoo rogó por un momento para poder explicar y defenderse.
Y tampoco olvidó como el señor Min le enseñó como ser un hombre de verdad en medio de su desnudez y su llanto.
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—¡Woo ahí estás!— gritó SungChan abrazándolo por la cintura y dejando un sonoro besito en su mejilla.
El chico solo saltó asustado ante aquel acto tan repentino.
—¿Dónde está Yuta?— pregunta intentando alejarse del más alto.
—Se fue a casa, dijo que podría tener mi recompensa. He mentido mucho por tu culpa JungWoo, ¿Sabías? Merezco un gran premio por todo eso... Aparte tuviste la vergüenza de salir con el imbécil de Jaehyun aún cuando yo te he coqueteado desde el inicio... Gracioso ¿No? El siempre desea lo que a mí me gusta y está será la primera vez que yo tendré algo antes que él—
El corazón de JungWoo se rompe ante aquellas duras palabras, sus latidos van con fuerza y roga... ¡No! Implora que SungChan este bromeando, que todo sea una farsa y yuta solo quiera jugarle una broma demasiado pesada.
—Esto no es divertido SungChan en verdad que no— nuevamente intenta deshacer aquel agarre que tiene sobre su persona pero es en vano.
Sus ojitos se llenan de lágrimas en cuanto siente la respiración ajena sobre su cuello y la estúpida sensación de terror invade su cuerpo, está congelado y no puede sentir más que asco. Llora con fuerza pero eso no parece molestarle al contrario quien ha comenzando a tocar su cuerpo sin permiso y sin cuidado.
—¿Sabes JungWoo? Si JaeHyun supiera todo esto... — ¿Por qué tenía que mencionarlo en ahora? No ve que ya está sufriendo lo suficiente. Su corazón le duele y se siente mal. —Le darías mucho asco— acaba la frase finalmente y JungWoo solloza más alto.
Porque prefiero el mismísimo infierno antes de pasar un segundo más viviendo.
