Al despertar se apreciaba la quietud en el ambiente, acompañada del suave bullicio de la ciudad, estaba acostado boca arriba aún vestia el resto de mi traje y cubierto tan solo con su manta, al girar mi cabeza pude ver el rostro de Anais, quien tenía una pierna abrazando las mías y su brazo sobre mi pecho, yo parecia sobrar en esa cama, cosa que es en realidad cierta, eso me hizo reir, pues recordé el hecho de que su personaje en la película tiene una escena parecida y ahora está con su cabello cubriendo casi toda su cara y tiene su boca ligeramente abierta, de la cual cae un fino hilo de saliva, quité su brazo de encima de mi y con cuidado me levante, miré a mi alrededor, la verdad es que nuestros departamentos son parecidos, pero el de Anne tan solo tiene dos ambientes, la cama junto a su escritorio, y la cocina comedor; estirandome caminé a la cocina abriendo el refrigerador, para descubrir que tan solo habia unas latas de sardinas, algunas verduras marchitas y un frasco de mermelada, ¿de verdad esta es la dieta que lleva esta chica?, eso explica porque está tan delgada... volteé a ver a Anne, ella es realmente desordenada con su vida, hecho me hacia pensar en ella como una pequeña que debía ser cuidada.
Y tomando en cuenta que aquí no había nada me dispuse a salir en busca del desayuno, antes de salir volteé a verla otra vez, su imagen desarreglada era increiblemente tierna, nisiquiera lo noté cuando se quedó a dormir en mi departamento.
Al salir de ahí me topé con una señora Susan en problemas, parecía haber saqueado el supermercado y pagar las consecuencias...
—Permítame ayudarla —Dije ofreciendo mi mano, que ella tómo sin dudar
—Oh, gracias ... Recien estoy llegando de mi viaje—dijo mientras caminaba a su departamento seguida por mí y sus compras.
—Si, lo noté, es una linda mañana, ¿no lo cree?—comente mientras entrabamos a su departameneto y ella me indicaba donde dejar las bolsas.
—Oh, si, ¡vaya que lo es!, me dieron el alta ayer y no podía esperar a volver, realmente extrañaba mucho este sitio, ¿cómo a ido todo? —respondió siguiendome a la puerta
—Nada fuera de lo común, Anne se ha recuperado, pero aún no quiero dejarla sola de nuevo... —dije aquello mientras me deba cuenta que en cuanto el rodaje termine yo debo volver a Inglaterra y quiza.. nunca mas... verla. Pero la señora Susan me hizo dejar de lado mis pensamientos y volver a la realidad.
—Siempre es bueno tener compañía, sus padres vienen a verla pero no es muy seguido, suele estar todo el tiempo sola —me dijo mientras se acercaba a mí entregandome un par de caramelos
—Si... bueno es una chiquilla independiente— ella asintió y con una calida sonrisa nos desoedimos, dí media vuelta y caminé a mi puerta pensando en ello, al entrar lo orimero que hice fue atender a los gatos, quienes pasaron la noche sin mi presencia, preparé el desayuno a Anne, queria... ¿compensarla?, ¡sí!, compensarla ayer fuí muy entrometido y descarado, por lo que saqueé mi refrigerador y prepare una charola, que terminó llevando un pequeño tazón de fruta acompañada de huevos revueltos y un poco de jugo de naranja
Aún en mi departamento comí lo mío, siempre lo he dicho el desayuno es mi comida favorita, despierto ansioso de probarlo.
Y en cuanto terminé regresé con Anais, sl cruzar la puerta pude ver que seguia dormida, sonriendo deje la bandeja en su mesa de noche, me acerqué y sentandome a un costado de la cama aparte el cabello que cubría su lindo rostro, es naturalmente palida, pero ahora podía apreciarse un ligero sonrojo en su piel, eso me parecio extraño y afirmando mis manos en sus mejillas lo note a el instante, ella estaba con fiebre.