Ven al bar

17

En poco tiempo y gracias a su intelecto y habilidades, T/N pudo encontrar un empleo de medio tiempo.

Era mesera en un restaurante familiar muy concurrido.

Le pagaban bien para ser medio tiempo, tenía prestaciones y sobretodo, no odiaba estar ahí.

Su rendimiento en la academia también mejoró, eso me hacía feliz, era el reflejo de una verdadera estabilidad e incluso Hizashi se había dado cuenta de ello.

- Veo que a tu pequeña florecita finalmente le iluminó un rayo de sol, congratulations.- Me dijo mientras observaba el entrenamiento de mi grupo.

- El que me preocupa ahora mismo es Midoriya, parece que tuvo una disputa con una amiga suya de la clase B.- Dije.- Ha estado decaído desde entonces, no es productivo.

- El amor juvenil da tantas vueltas.- Dijo Hizashi.- Ya lo superará.

- Eso espero, deprime al resto del grupo.

***

Luego de la clase acompañé a T/N a su trabajo, quedaba por el mismo camino que yo tomaba para volver a casa así que caminamos juntos a la salida.

Noté que T/N se tensó al mirar hacia afuera, ahí estaba de pie una chica, tal vez de unos 20 años que al verla sonrió muy ligeramente.

T/N corrió hacia ella y la abrazó.

Yo las alcancé y se separaron.

- Shouta, ella es una amiga de mi anterior trabajo.- Nos presentó.- Ella sabe de... Nosotros.- Susurró.

No sabía nada acerca de esta persona.

- Aizawa Shouta.- Me presenté.

- Es un placer.- Dijo haciendo una reverencia y luego bajó la voz.- Gracias por cuidar de T/N. Disculpe por no decirle mi nombre pero... Por mi trabajo preferiría que no... Usted entiende. Puede llamarme Rose.

Asentí.

- Entiendo, encantado, Rose.

- ¿Por qué estás aquí?- Quiso saber T/N sosteniendo las manos de su amiga.

- Yo... he tenido algunos problemas en el trabajo, quería ver una cara amistosa.- Dijo con la mirada en el suelo.

- Se trata de Conejita ¿Verdad?- Preguntó T/N. Rose asintió.

- Desde que la echaron ha estado viendo a tu padre por fuera del bar, no es que tenga algún problema con que atienda clientes de forma independiente, no es mi asunto, pero el caso es que sabe que la descubrí y no deja de amenazarme. Se está volviendo insoportable.

- Esa zo...- Se detuvo y me miró.- Lo siento.

Yo negué con la cabeza, si bien ese vocabulario no debía usarse dentro de la escuela ella ya era más que una alumna y en teoría no estábamos adentro de la escuela.

- Quería saber si tú conoces un lugar donde pueda trabajar.- Dijo.- no he tenido suerte para encontrar empleo. Puedo hacer cualquier cosa.

- El restaurante tenía puestos de turno completo disponibles.- Intervine.

- ¿Restaurante?- Preguntó Rose.

- El lugar en el que trabajo ahora.- Respondió T/N.

- Oh! ¿Crees que pueda ir ahora? Tengo una solicitud de empleo llena aquí.- Dijo señalando su bolso.- ¿O debo hacer cita?

- Puedes venir, si no está muy lleno te atenderán.- Le sonrió T/N.

Los tres caminamos juntos hasta el restaurante, yo las dejé en la entrada y seguí mi camino.

Me pareció ver a un individuo sospechoso mirando a lo lejos. Tenía el ceño fruncido y una cicatriz, sería mejor que viniera a recoger a T/N a la salida.

***

Al llegar la hora, fui a pasar por T/N al trabajo.

El restaurante ya estaba cerrado y periódicamente salían los empleados para volver a sus casas.

Entonces salió Rose, parece que fue contratación inmediata.

Me sentía feliz por ella hasta que ví como miró sorprendida en cierta dirección, luego miró a ambos lados como asegurándose de que no había nadie, tal vez no se percató de mi presencia por la oscuridad y corrió hacia donde miró, un callejón de del que salió un hombre, el mismo de la cicatriz y lo abrazó.

Pude escuchar algunas risas y se fueron de la mano en la dirección opuesta.

- ¿Shouta?- Llamó la dulce voz de T/N.

Me giré.

- Hola.- Saludé.

- ¿Qué haces aquí tan tarde?

- Vine para acompañarte a casa. Estaba preocupado por un tipo sospechoso que ví al traerte.

- ¿Sospechoso?

- Sí y acaba de irse con tu amiga.

- Ah! Hablas de Jin. Es el novio de Rose, o algo así, no estoy muy segura de su relación, me dijo Rose que él iba pasando por aquí cuando entramos y que iba a pasar por ella al salir, por cierto, la contrataron.

- ¿Jin?

- Descuida, es de confianza, lo conocí en el bar, iba a visitar a Rose de vez en cuando.

- Bueno, te voy a creer.

Ella rió y besó mi mejilla de repente.

- Gracias por preocuparte.

***

Luego de acompañarla a casa y cenar juntos volví a la mía, la graduación estaba cada vez más cerca y mentiría si dijera que no estaba ansioso.

Tenía ganas de pedirle que se mudara definitivamente conmigo, de que se volviera oficialmente una profesional y que al fin fuera libre.

Admito que me sentía algo avergonzado de pensar en despertar todos los días a su lado, hacer las tareas del hogar juntos y demás, aunque por otro lado tal vez le convendría más alguien de su edad pero no estaba dispuesto a dejarla ir, no si no me lo pedía ella.

¿Cómo no ser esclavo de esa mirada?

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Tengan, para que descansen sus lagrimales.

Por ahora...

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