Ven al bar

18

Desde que Rose trabaja con T/N me siento más tranquilo, ella la acompaña a diario al trabajo y al salir también.

Al menos sé que no está sóla de camino a casa por la noche.

Por mucho que quisiera no puedo acompañarla yo, acabaría por llamar la atención, aunque admito que a veces la seguía por los tejados de las casas para estar del todo seguro.

Algo que me seguía inquietando era ese tal novio de Rose, quien a veces pasaba por ellas a la salida, pero hasta ahora no se había mostrado como alguien peligroso.

- Bu.- Dijo alguien detrás de mí mientras desde un callejón observaba a T/N quien iba de camino al restaurante.

No me tomó por sorpresa, sabía que había alguien cerca y estaba preparado para defenderme de ser necesario, pero esa voz no era la de ningún villano.

- Joke.- Dije con fastidio sin siquiera mirarla.

- ¿Por qué tan misterioso por mi zona Eraser?- Preguntó en tono de broma.

- No te incumbe.

- Es mi zona.- Repitió.- Últimamente te han visto mucho por aquí.- Sonrió.- Si hay actividad sospechosa o estás persiguiendo a algún villano por aquí, deberías notificar a mi agencia.

Suspiré enfadado, T/N ya había doblado la esquina y la había perdido de vista, faltaba poco para que llegara al restaurante así que decidí irme.

- Adiós.- Dije a secas. Aún estaba molesto por lo del beso.

Durante los siguientes días evité aparecerme por ahí, o por lo menos tomar rutas diferentes pero tenía un mal presentimiento.

Tuve que esperar hasta el sábado para verla fuera de la escuela ya que ese día no trabajaba.

Fui hasta su casa y afuera del edificio ví a dos personas muy desagradables.

Los padres de mi Ángel.

Estaban caminando hacia la entrada igual que yo y nos quedamos mirándonos.

- ¿Otra vez usted? - Dijo la mujer que llevaba a su hijo menor en brazos.- ¿Ahora qué vino a hacer a la casa de mi hija?

- ¿Cómo que otra vez?- Intervino el padre.

- ¿Ustedes qué hacen aquí?- Pregunté yo.- ¿No le quedó claro señora? Ninguno de los dos está en posición de reclamar explicaciones ni nada.

-  Vinimos a hablar con esa desagradecida a la que no le importa dejarnos en la calle.- Respondió mi tan agradable suegro.

- Ustedes no tienen vergüenza alguna.- Dije furioso.

- ¿Y usted?- Dijo la madre en tono burlón.- No crea que no lo sé, anda detrás de ella ¿No es así? Un viejo como usted, persiguiendo a una muchacha cuál si fuera adolescente, que asco.

- En cuanto tengamos pruebas de su relación con esa cualquiera me encargaré personalmente de que lo despidan.- Amenazó el hombre.

- No le pienso permitir que...- Estaba por darle un ultimatum cuando ella apareció.

- ¿Qué está pasando aquí?- Quiso saber T/N.

- Tu profesor nos está amenazando.- Dijo la madre.

- ¿A qué vivieron?- dijo ella.

- Tenemos que hablar.- Dijo el padre.

Ella suspiró.

- Entren.

- Pero...- Me iba a quejar pero ella me detuvo.

- Por favor espere afuera, yo le abriré cuando termine con ésto.

***

Pov T/N

La chica hizo entrar a sus padres al departamento y cerró la puerta tras de sí.

- ¿Qué es ésto?- Dijo él dejando un papel sobre la barra de la cocina.

Era un aviso de servicios infantiles en el que les notifican que habían recibido una queja acerca de cómo se daba la crianza en su hogar.

- Es lo que es.- Respondió la chica.- ¿Esperaban que dejara a mi hermano a su suerte con ustedes?

- ¿Cómo te atreves?- Dijo la mujer.- Luego de que te lo dimos todo.

- No me hagas reír, desde el nacimiento de mi hermano he trabajado como una esclava para llevar dinero a casa. Nunca me dieron ni las gracias y ahora esperas que te agradezca yo a tí... Agradecida estoy con el hombre de allá afuera, él sí se ha comportado como si fuéramos familia cuando no es su obligación.

- ¿Entonces qué? ¿Nos dejarás morir de hambre?- Dijo el padre.

- Si tienes tanta hambre deja de gastar el dinero en otras cosas.- Lo retó.

- ¿De qué habla?- Dijo la mujer.

- De nada, ya nos vamos.- Dijo él en tono desafiante.

- Oh no, no creíste que podías intimidarme ¿O sí?- Dijo la chica.- Sabes muy bien de lo que hablo, sabes que para llevarte la comida a la boca mientras yo vivía con ustedes, tuve que trabajar y humillarme en un asqueroso bar de streapers.- Soltó.- Vendí mi cuerpo para comprarte de comer, si hay algún ingrato aquí eres tú, porque mientras en casa había escasez tú ibas y pagabas por estar con esas mujeres.- Lo acusó.

- No es cierto.- Dijo la madre.

- sí lo es, puedes llamarme una cualquiera, prostituta y lo que quieras, pero él.- Lo señaló.- Es el cliente favorito del bar. Seguramente así fue como consiguió quedarse sin nada.

- Cállate.- Exclamó el hombre dándole un puñetazo en la cara.

El golpe la dejó en el suelo y comenzó a patearla en repetidas ocasiones.

La madre temblaba, estaba asustada, incrédula y demás.

No sabía que hacer así que abrió la puerta.

***

Pov Aizawa.

Estaba recargado junto a la puerta de la casa de T/N cuando ésta se abrió, era su madre.

- ¿Qué ocurre?- Pregunté al ver su rostro.

- ¿Usted lo sabía?- Preguntó en shock.- ¿Sabía que mi niña había perdido su virtud en ese lugarsucho?

Me quedé pálido.

Entonces escuché unos gritos desde el interior, gritos de ese miserable diciéndole cosas horribles a mi mujer.

También escuchaba golpes y quejidos.

Aparté a la señora y entré, él estaba golpeándo a T/N sin piedad.

Lo aparté de inmediato para regresarle el golpe y aprovechando el aturdimiento lo empujé fuera de ahí junto con su esposa.

Mi pobre Ángel estaba en el suelo, a penas se movía.

La levanté con delicadeza y miré su rostro lloroso e hinchado.

- Lo saben, lo siento.- Lloró para luego soyozar desconsolada sobre mi hombro.

La abracé con todas mis fuerzas.

- Voy a enfrentar lo que sea pero no vas a estar sóla, te lo juro. Ta amo demasiado y no quiero verte llorar.

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Ya se supo ya se supo, nos costó una madreada pero ya se supo.

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