Ven al bar

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- Entonces ¿a qué fueron tus padres el otro día?- le pregunté mientras nos encontrabamos en la cama abrazados.

- Estaban molestos porque les puse una denuncia por maltratadores, pronto debe ir un trabajador social para ver si les van a quitar a mi hermano.

- Ya veo, ahora que lo pienso, sería inhumano dejarlo con ellos.

- Lo sería sin duda... También querían dinero.

- No te molestes conmigo pero, son unos descarados.

- No te disculpes, no podría negar algo tan cierto, sería defender lo indefendible.

- ¿y crees que tu madre se separe de él?

- No lo sé, espero que sí. Si hubiera que declarar acerca de lo de mi hermano ¿Lo harías? Eres la única persona que ha sido testigo de sus abusos hacia mi, no podría pedirle ésto a nadie más.

- Claro que sí.- dije apretando el abrazo.- ay que salvar a ese pobre niño.

Tal y como se esperaba, una trabajadora social fue a la casa de los padres de T/N, evaluó el estado de la casa, los ingresos familiares y el estado del niño, concluyendo que no habían evidencias de que lo maltrataran, la casa estaba en buen estado pero la situación económica no era adecuada, por lo que les dieron un ultimatum, tendrían un mes para mejorar su situación financiera, de no ser así pondrían al niño bajo el cuidado de una familia provisional o en un orfanato.

T/N sabía que no iban a conseguir ese dinero así que se estaba esforzando mucho para ser apta para recuperar a su hermano después de graduarse, su empleo en la agencia de Best Jeanist estaba asegurado y él era una excelente referencia para ella, un héroe muy respetado y conocido por sus principios, cualquiera que trabaje con él sería candidato a las llaves de la caja fuerte del hombre más rico del mundo con toda la certeza de que no haría nada indebido.

***

Una noche pasé por ella al salir de trabajar, se veía muy cansada.

- Hola amor.- Me dijo al verme.

- Hola.- Le respondí a la vez que acomodaba su cabello lejos de su rostro.- ¿Cómo te fué hoy en el trabajo?

- Mmmmmm... Hubo mucha gente, fue cansado, pero me fue bien con las propinas.- sonrió.- ¿Y tú? ¿Pateaste a algún maleante esta noche?

- Sí.- Reí.- Unos cuantos.- tomé su mano.- ¿Vamos?

- Hay que pedir un coche, me duelen los pies.- Se quejó.

Su casa no estaba tan lejos.

- Sube a mi espalda.- Dije colocándome en posición para que ella pudiera subir.

La llevé cargando hasta su puerta.

- Ya llegamos.- Le anuncié, pero no hubo respuesta, se había quedado dormida.

Entré con mi llave y la llevé hasta su habitación, la recosté sobre el futón, la cubrí con la manta y me despedí con un beso en su frente.

- Descansa.- Dije antes de dejar su habitación.

Trabajaba realmente duro.

***

El tiempo para la graduación y la segunda revisión a la casa de los padres de T/N no se hizo esperar.

Serían ambas el mismo día, durante la graduación ella parecía muy nerviosa, a la espera de lo que pudiera ocurrir, parecía un robot al recibir su certificado.

Pasó frente a los maestros, estrechando la mano de todos y cuando llegó a mí la retuve.

- Todo va a salir bien.- Le dije en voz baja. Ella asintió con la expresión más relajada y la dejé ir.