8. ¿De verdad me duele?

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas es ruso. 

Impresionada por lo que acababa de suceder, Anastasya se hizo para atrás. Wanda aún tenía los ojos cerrados, igual de confundida que ella. Ambas chicas temblaban de nervios, además del frío que les calaba los huesos y el alcohol que seguía subiendo en su cerebro.

—¿Y Peter?—preguntó Anastasya, para cortar la tensión.

Wanda no sabía qué pensar respecto a eso. Sin pensarlo mucho, sus poderes comenzaron a actuar por ella, haciendo que entrara en al cabeza de Anastasya. Juntó ambas cejas al ver lo que reinaba en aquel lugar y sintió pena por su amiga, o lo que sea que fuesen ahora. Anastasya Barnes estaba llena de recuerdos doloroso, confusiones, pero sobre todo, de soledad. Dentro de esa cabeza seguía reinando la chica de diez o doce años que anhelaba no estar sola en el mundo. Pudo ver, en la forma en que entrecerraba los ojos, que comenzaba a prolongar su silencio demasiado como para no ser sospechoso.

—Eh...—casperreó—Dijo que iba a dejar a MJ pero volvería, eso creo...

—Entonces, tenemos otro rato, ¿no?

Wanda negó con la cabeza, conociendo la picardía que bailaba detrás de las palabras de la otra, extendiendo la mano para tomar la de Anastasya, quien la tomó sin miramientos.

—Deberías descansar—mencionó la bruja—Con todo lo que ha pasado y la cantidad de alcohol que ingeriste, no sé como no te ha estallado la cabeza.

—No la retes, Maximoff—informó—¡Es horrible! ¡La migraña me quiere llevar!

—Podría intentar ayudarte—sonrió—A que desaparezca el dolor...con mis poderes.

Anastasya pareció meditarlo unos segundos.

—Mejor, tengo otra idea, ¿crees que podrías ayudarme con un recuerdo?

Wanda se sentó junto a ella en la cama, palmeando su pierna para tranquilizarla. Los nervios ante lo que estaba a punto de preguntar, hacían que le fuera imposible quedarse quita.

—Puedo intentarlo, pero...¿qué es?

Anastasya se mordió el labio, en una copia exacta de la forma en que su madre se comportaba cuando estaba nerviosa o iba a confesar algo.

—Una vez, cuando cumplí doce años, fui de vacaciones a Brasil, pero no sé quien me llevó y quiero saber si era Alexei. Estoy casi segura que era él. Necesito tener pruebas de que no estaba controlado.

La Bruja sokoviana creía que eso era bastante complicado, hasta para ella pero era la desesperación que sentía Anastasya lo que la hizo actuar.

—Está bien, haré lo que pueda—mencionó—Recuestaté...

—Está bien, haré lo que pueda—mencionó—Recuestaté

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La Chica de los Ojos Sin Miedo || BUCKYNAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora