Epílogo: Siete Años después.

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Gracias por haber apoyado y comentado esta historia. ¡Esto es para todos los lectores!

—Vamos a llegar tarde—se quejó el moreno—¿Por qué siempre se hacen eso?

—Ya sabes como son, Asher—Anastasya rio de aquello, cosas de niños—Alexa y Joseph tiene otras prioridades.

—Si acordamos que veríamos la película juntos, debe ser la prioridad. ¿Segura que no podemos dejarlos, hermanita?

—¿Y qué mamá se enoje porque dejamos a Lex?

Anastasya alzó una ceja. Asher bufó, pero se levantó a gritar a las escaleras.

—¡ALEXA BARNES! ¡SI NO VIENES ME VOY A DESHACER DE TU NOCHE DE CHICAS CON ANYA! ¡LA VOY A LLEVAR A JUGAR VIDEO-JUEGOS CONMIGO!

La pequeña pelirroja, de apenas tres años, corrió al encuentro de sus hermanos.

—¿Y si me da miedo?—confesó Asher a su hermana.

—Yo te cuido, no te preocupes.

Anastasya los veía con ternura. Durante esos siete años habían pasado muchas cosas, la recuperación había sido un proceso largo y duro para ella, las quemaduras que dejó la sala roja, secuelas de una vida de sufrimiento, se mantendrían con ella para siempre.

—¿Anya?

—¿Mamá?

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Cinco semanas.

¡Había dormido cinco puñeteras semanas! El doctor Banner se tomó el tiempo de explicarle qué ocurrió con ella en ese tiempo. Con paciencia, se sentó junto a ella y sus padres, que se negaban a soltarla.

—Tu cuerpo parece haber puesto el suero a trabajar, pero necesitaba tenerte sin actividad para no gastar energía en ello—decía Bruce—Algunas heridas no sanar por completo, pero podemos decir que estás fuera de peligro.

La joven se veía las manos, confundida. Dónde antes había vendas oscuras para ocultar la carne quemada, ahora solo quedaban cicatrices casi transparentes, como una extraña telaraña alrededor de ellas, casi abrazándolas.

—Wakanda—explicó Bucky al verla—Shuri se encargó de reparar todas las heridas externas con su tecnología.

Definitivamente, la familia Barnes no dejaría de agradecer la bondad de la familia real.

—¿Qué ocurrirá con mi cabeza?—dijo Anastasya—¿Con el golpe? ¿Los problemas cerebrales?

—La caída que tuviste causó mucha más inflamación—dijo Bruce—Tuvimos que operarte y drenar algo de líquido céfaloraquideo para que siguieras con vida. Aún te queda un largo camino por recorrer, Anastasya Barnes.

La chica se recuperaba al tiempo que su hermano crecía. Jamás creció que la idea que tanto odiaba se convirtió en su mayor fuente de alegría. Toda la frustración de su recuperación se disipaba cuando Asher estrechaba sus bracitos hacia ella, balbuceando y haciendo burbujas de saliva de la emoción.

—Además, Lexie...ya estás aquí, entonces seguiremos teniendo nuestra noche de chicas—sonrió Anastasya.

Cuando su madre se embarazó de nuevo, ella ya tenía otra vida y una madurez suficiente como para convencer a Asher de que el nuevo hermano solamente era una persona más para querer y jugar. Los Vengadores decían que era imposible distinguir quien había llorado más durante el nacimiento de Alexa, si Anastasya o James.

La Chica de los Ojos Sin Miedo || BUCKYNAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora