Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.
NOTA: Negritas en ruso, comillas intercomunicadores(?
Anastasya estaba paralizada; no sabía cómo continuar. ¿Qué podía hacer ahora? Su madre estaba lejos, cortando también la comunicación con los Vengadores. Veía a la puerta por la que Natasha había desaparecido, paralizada, hasta que el bebé comenzó a llorar. Se apresuró a tomarlo en brazos, arrullándolo, pero no podía hacer nada. El niño sería llorando, hambriento, sin encontrar ningún consuelo.
—No llores, pequeñito—susurró, tratando de calmarlo—No llores, por favor.
En ese momento, el mundo se había reducido a ellos dos, abrazados contra el universo. La joven se sentó en un rincón, buscando a tientas algo que pudiese servirle para aminorar lo que sentía su hermano pero no había nada en ese lugar que pudiese ayudarlo. Anastasya maldijo por lo bajo, dándose cuenta que lo mejor era llevarse al niño cuanto antes de ese lugar.
—Probablemente necesites atención médica—susurró, aspirando el aroma del bebé—Papá va a venir por ti, mi cielo. En casa tendrás todo lo que necesitas.
—¿Cómo se va a llamar?—cuestionó Kira, rompiendo el silencio de las demás chicas—¿Tus padres habían pensado en un nombre?
La gimnasta dejó que las lágrimas siguieran corriendo, no sabía que decir. Las escasas conversaciones que había tenido con sus padres acerca del niño jamás incluyeron nombres; había escuchado por detrás de las puertas que querían llamarlo Steve, pero ese nombre no le parecía correcto.
—Tienes que tener un nombre que sea solo tuyo—dijo la chica por lo bajo—Algo que sea tan especial como tú.
Aunque podía llamarlo "hermanito" todo el tiempo, aquellos ojos azules que le imploraban ayuda necesitaban un nombre propio. Una idea iluminó su mente, haciendo que sonriera entre las lágrimas.
—Asher...—susurró probando el nombre, repitiéndolo varias veces hasta que se sintió familiar—Asher, perdóname, hermanito...—sollozó—Lo siento mucho, no debiste nacer aquí. Todo esto es mi culpa.
—Así no vas a lograr nada—recriminó Lorraine—Mientras sigas quejándote no podremos salir de este lugar—la chica veía nerviosamente a la puerta—Ahora que se llevaron a la Viuda Negra. ¿Cómo podremos saber qué hacer?
Anastasya fulminó a la adolescente con la mirada; quería decirle algo pero sabia que tenía razón. Envolvió aún más a Asher bajo su suéter, decidiendo que ese sería su nombre hasta que volviera a ver a sus padres; se levantó para ver a su alrededor, acercándose a la puerta blindada.
—Los guardias siguen afuera—anunció—pronto habrá cambio de turno. Es un gran momento para buscar cómo salir.
Se dedicó a inspeccionar a su alrededor, buscando alguna ruta de escape. Era bastante difícil, pues Asher estaba pegado a ella, sosteniendo su maltrecha blusa con una fuerza que la sorprendía. Besaba su cabeza constantemente, esperando que calmara su nerviosismo.
—¿Crees que esté muerta?—preguntó Lorraine—¿Tu madre? ¿Crees que ya haya muerto?
Anastasya detuvo su búsqueda de rutas abruptamente; no podía pensar en eso.
—Su corazón seguía latiendo cuando se la llevaron.
—El hombre dijo que iba a matarla—comentó la adolescente—Seguramente lo hizo ya.
La idea se le antojaba imposible. Había buscado a su madre por tanto tiempo que simplemente no podía estar muerta; ni ella ni James. Alexei la había abandonado al caer de ese helicóptero, la dejó una tercera vez como en la Sala Roja y en Londres; pero sus padres no lo volverían a hacer. Estaba segura de eso. Al menos, no abandonarían a su bebé, no cometerían ese error de nuevo.
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La Chica de los Ojos Sin Miedo || BUCKYNAT.
Ficción GeneralSegunda parte de Anastasya. ¿Serán capaces la Viuda Negra y el Soldado del Invierno de lograr liberar a su hija, a quien les costó una vida entera recuperar, de las garras de la Nueva Sala Roja que sigue operando con más fuerza que nunca, apoyada p...