4. ¿En serio me quieren aquí?

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Anastasya se encontraba durmiendo plácidamente en su nueva habitación en la base de los Vengadores cuando sus padres llegaron. Natasha comenzaba a creer que la chica estaba cada vez más lejos de ella por culpa de Alexei Shostakov, segura de que le metía cientos de ideas en la cabeza.

—Señorita Barnes, sus padres la solicitan en la sala principal—mencionó la voz mecánica de F.R.I.D.A.Y.

La joven bufó. Había estado meditando que debía hacer, pues debido a que pronto tendría que volver a la competición de alto rendimiento si quería volver a participar en unas Olimpiadas no podía tomar alcohol. Desde la fiesta en el penthouse que había rentado Tony, iba bebiendo más y más sin darse cuenta, pero aquello tenía que parar. Negando para si misma, tomó su vaso de café frío y bajó a los elevadores lo más casualmente que pudo. Alzó una ceja para encontrarse con que no solo estaban sus padres, pero todos los Vengadores mayores.

—¿Qué estás diciendo, Buck?—preguntó Steve parpadeando varias veces.

Anastasya no entendía nada, pero la mirada de Steve Rogers le hizo ver que su padre le había dicho que se encontró con Alexei Shostakov.

—¿En verdad hiciste eso, baby araña?—Tony arrugaba las cejas con decepción.

—¿Por qué me ves de esa manera?—le preguntó la joven—¡No puedo dejar que pague por un crimen que no ha cometido!

—Has estado viéndolo más de una vez—reprendió Natasha, cruzando los brazos—Sabes demasiadas cosas de él como para no haberlo hecho...

La chica no podía creer la actitud de aquellas personas a las que consideraba su familia la vieran como si ella fuera una niña malcriada que solamente estuviese encontrándose con un chico malo, como si ellos estuviesen seguros de lo que le convenía a ella.

—¿Tengo que recordarles que él me crió?—soltó la joven sin poderlo evitar—Durante muchos años fue lo más cercano que tuve a una familia—trató de que no le importara la decepción que veía en los ojos de los Vengadores al reconocer que se había encontrado con el ex-director de la KGB—Alexei era mi tutor, mi profesor...el hombre que se encargó de que Rusia no experimentara conmigo...le debo, al menos, intentar salvarle la vida.

—No le debes nada—soltó el sargento Barnes sin poder contenerse—Ese hombre te arrancó de nuestros brazos...

Anastasya estaba cansada de que siempre le dijeran lo mismo, enterró las uñas en las palmas de las manos pero no fue suficiente para tranquilizarse. No pudo contenerse y explotó. Sentía las lágrimas escocerle y las limpió con furia.

—¡ESTOY HARTA DE ESCUCHAR ESO!—dijo la joven—¡NO FUE ÉL! ¡ENTIÉNDANLO! ¡ÉL ME SACÓ DEL HOSPITAL DE INVESTIGACIÓN! ¡ME TUVO ESCONDIDA! Y...EN TODO CASO, ¡USTEDES ME DEJARON EN ESE LUGAR!

—Creímos que estabas muerta, Anya...—susurró Natasha.

—¡NO ME IMPORTA!—dijo la joven, con los ojos llenos de lágrimas—¡ME DEJARON! ¿CUÁNTAS VECES TENGO QUE REPETIRLO? ¡PUDIERON HABER INTENTADO LLEVARME CON USTEDES!—ni siquiera tomaba aire de tanto que gritaba, completamente roja—¿IBAN A DEJAR EL CADAVER DE SU HIJA EN ESE LUGAR? ¿NI SIQUIERA MERECÍA UN ENTIERRO?

Los recuerdos llegaron a Natasha con fuerza, como una punzada en el vientre. Ella había intentado volver por Anastasya y por Atreyú; pero solo le mencionaron que estaban en el helado suelo de Siberia. Recordaba escapar y haber buscado entre la nieve hasta encontraron cuerpo infantil y un pequeño feto, tan maltratados que no e podía distinguir quienes eran. Los había tomado en brazos, acunándolos en su pecho, para después llevarlos al bosque y enterrarlos donde estaban tantos otros abortos que la Sala Roja la había obligado a tener. De no haber sido por que se animó a hablar con James, Anastasya hubiese sufrido el mismo destino que los hermanos que nunca llegó a conocer. Puso dos pequeñas cruces de madera y se juró que nunca volvería a aquel lugar. Abrió los ojos, espantando las lágrimas y caminó con paso firme a Anastasya. La bofetada que le había dado más temprano aquel día no se comparó con la que le dio en ese momento, herencia de toda la ira que traía dentro.

La Chica de los Ojos Sin Miedo || BUCKYNAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora