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𝟐

— No puedes ignorarme para siempre, ¿lo sabes, no?— Grace pregunto mientras seguía a Jackson.

— Grace, en verdad no quiero hablar.

— Solo quiero saber que es lo que te pasa.— La chica tomó su brazo deteniendo su paso.— Te has comportado como una mierda conmigo.

— ¿Podemos conversar después? Tengo trabajo que hacer.— Jackson mostró la libreta en sus manos a su novia.— ¡Oigan!, no deben de correr aquí.— Jackson llamo a Maeve y Otis excusándose de la chica frente a él.

Grace se quedo quieta en su lugar observando como el chico se acercaba a la rubia y al chico con una sonrisa.

Ella negó con la cabeza mientras comenzaba a caminar hasta su siguiente clase. Su relación con el atleta comenzaba a ir en picada desde el momento que Jackson comenzó a excusar sus salidas y evitar responder sus mensajes de texto. Todo esto había comenzando a finales de verano.

Con sus nuevos libros entre sus manos se movía entre los pasillos evitando a cualquier persona que quisiera conversar o interponerse en su camino.

Entró al aula de clases tomando asiento al final en el único espacio disponible de la clase donde Maeve se encontraba.

Las dos mujeres nunca habían tenido alguna interacción entre ellas. Se evitaban entre ellas mismas ya que no les interesaba formar una amistad o mantener una conversación.

Su mirada fue hasta Otis, que la miraba en unos asientos adelante de ella. Ella entrecerró los ojos observándolo.— ¿Que?.— Preguntó ella haciendo que el chico rápidamente regresara la vista enfrente.

— Grace.— Maeve la saludo mientras comenzaba a sacar sus pertenencias de su bolso.

— Maeve.— Grace respondió de la misma manera sin alguna interés.

— Hoy comenzaremos con el romántico mundo del Bardo inmortal, Shakespeare, por su puesto. El primer trabajo será sobre A vuestro gusto. Ambientado en el bosque ficticio de Arden... — La profesora Emily fue interrumpida por Adam, que llegaba tarde como era usual.— Que bueno que nos acompañes, Adam. Tendremos presentaciones sobre la relación de Shakespeare con el amor y el disfraz.

La mirada de Otis fue nuevamente hasta Grace, que leía su libro nuevo. Ella levantó su dedo central mostrando una seña indecente al chico de ojos claros.

— Su pareja de banco será su compañero de proyecto.

— Lo que faltaba.— Maeve exclamo.

— No te creas tan importante Wiley.

Las dos chicas se miraron entre sí y con una mueca rodaron los ojos poniendo su mirada en direcciones opuestas.

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— ¿Tu casa después de clases?— Grace pregunto guardando sus pertenencias dentro de su mochila y colgándola sobre su hombro.

— No, no puedo...— Maeve tartamudeó una poco pensando alguna excusa. Su hablar no fue muy convincente para poder lograr que los planes se desviaran de su hogar.

— Tu casa entonces.— Grace no dejo que la chica hablara ya que rápidamente se alejó de ella saliendo del aula.

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— No lo se, Tess.— Grace hablo con su mejor amiga.— simplemente comenzó a ignorarme y tratarme como si no tuviera sentimientos.

— Tal vez deberías terminar con el.— Tess alzo los hombros ante la mirada de su amiga.— Si no te sientes feliz con el tal vez lo mejor es terminar.

— Yo era feliz.— Grace metió la paleta a su boca llenándola de un sabor a cereza.— el simplemente cambio.

— ¿Crees que té esté engañando?— Tess pregunto haciendo que los pasos de Grace.

— No quiero pensar en eso, Tess.— Las dos chicas siguieron caminando alrededor de la escuela conversando temas diversos, haciendo que Grace olvidara aquel problema que llevaba atormentando desde el inicio del día.

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— ¿A qui vives?— Grace pregunto al momento que Maeve abrió la puerta.— Para ser honestos pensé que vivías en una caja de cartón o en la calle.— Grace observó alrededor viendo las pertenencias de la chica.

— Será mejor que no le digas a nadie.— La chica amenazo al ver a la chica tomando asiento. Por alguna razón no tenía miedo de que Grace hiciera algo asi, confiaba a en la chica aún así que algunas veces fuera grosera con algunas personas.

— ¿Por que lo haría?— Grace pregunto mientras tecleaba con rapidez.— Mientras no me pegues las pulgas creo que puedo soportarlo.

Maeve rodó los ojos haciendo que Grace le sonriera con sarcasmo.— Hay que comenzar.— Maeve le extendió su copia del libro, pero la mano de Grace la detuvo.

— Tengo el mío.

Las dos comenzaron a escribir sus trabajos con calma y en silencio. Para ser un ambiente en el que Grace nunca había estado y si su madre se enteraba donde se encontraba su hija probablemente tendría un infarto en ese momento.

Grace escribía con rapidez mientras que Maeve tomaba pequeños descansos a medida que las horas pasaban.

— No sabía que te gustaba Shakespeare.— Maeve comento después de varios minutos en silencio.

— Y yo no sabía que en realidad si tenías una casa.— Grace hablo levantando la mirada de su cuaderno.— Supongo que las dos estamos sorprendidas una de la otra.

Maeve observó a la chica y sonrió mientras negaba con la cabeza.— Termine.— Grace extendió su hoja de papel a Maeve para saber que opinaba de su trabajo.

Ella se levantó de su silla y comenzó a observar por las ventanas, con su dedo comenzó señalar una de las casas rodantes.

— Esa mujer esta desnuda.— Grace hablo con una cara seria.— Puedo verla desde aquí. Deberías tener cuidado, no creo que tus vecinos quieran verte desnuda, Wiley. Tienes buenas tetas, pero no se que tanto valgan la pena.

Maeve levantó la mirada de la hoja de papel observando a la chica.

— A menos que quieras mostrármelas.— Grace quito la mirada de la ventana y observó a la chica. Ella comenzó a reír y caer en el sillón.— No te preocupes, no soy una Lesbo.

— Haces confianza muy rápido, ¿no lo crees?.

— Solo con las mujeres, tenemos que ser amigas entre nosotras.— Grace se levantó tomó su mochila y camino hasta la puerta.— Tengo que irme antes de que un depravado intente algo.

— No te creas tan importante, Harper.— Maeve la llamo antes de que de alejara.

Grace le sonrió antes de caminar hasta su auto y dirigirse a su hogar.