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Grace se mantuvo acostada en su cama con la mirada al techo. Había despertado antes que su despertador sonara, la cobija cubriendo hasta su cuello pensando en todas las cosas que habían sucedido ayer.
Otis había saboteado a Jackson, sin pensar que aquello solo lo ayudaría a conseguir a Maeve. Grace ahora no solo había perdido el interés por aquellos dos chicos que nunca habían tomando el cuenta sus sentimientos, si no que ahora tenía un rencor inmerecido hacia Maeve.
La alarma en su teléfono la obligó a levantarse caminando hasta su armario . Colocó las prendas sobre su cuerpo vistiendo unos jean holgados, la camiseta de universidad de su madre y una chamarra roja.
Tomó el cepillo peinando su largo cabello en un moño alto, cosa que desde primaria no había utilizado. Se sentía desanimada, ni siquiera su ropa en el closet le podría ayudar en su estado de animo.
Lavó sus dientes y rostro antes de bajar a la cocina encontrándose con su madre.
El rostro de ella se llenó de impresión al ver a su hija de aquella manera,— ¿Estas bien?— Preocupada por su apariencia, Grace se caracterizaba por nunca perder ese estilo.
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— ¡El dolor es temporal!— El entrenador gritó a Jackson y Grace a medida que avanzaban.— La grandeza es eterna!. ¡No!.— Exclamó observando el reloj.— ¡Están atrasados!.
Jackson golpeó el agua mientras que Grace agachaba la cabeza.
— Salen del agua sobre la marca. Están perdiendo la técnica. ¿Cuantas veces vamos a hablar de esto?.
— Pensé que los entrenamientos eran a puerta cerrada.— Grace hablo observando a Maeve.— Desde cuando está permitido traer admiradores.
— No quiten la mirada del balón.— El entrenador les recordó.— Tienen que concentrarse.
— Estoy concentrado.— Esto último lo dijo mirando a Maeve.
— Mira, tienes la vida entera para novias, Jacko. Vienen las pruebas del condado y luego las nacionales. Recuerden, los ganadores no abandonan.
— Si abandonas no ganas.— Grace y Jackson hablaron a la par.
— De nuevo.
Grace y Jackson rodaron los ojos antes de regresar al inicio de la carrera.
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— ¿Que pasó, Grace? ¿Despertaste pobre?— Adam pregunto al ver sus ropa. Ella lo ignoró mientras seguía caminando.— Te ves horrible.
La rubia entró a el teatro donde el director Groff había citado a todos los alumnos. Grace camino entre los alumnos en busca de un asiento.
