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— Terminó conmigo

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— Terminó conmigo.— Grace respondió frente el asiento de su amiga Tess. La chica levantó la mirada observando a su amiga.— Terminó conmigo en una carta.

Grace dejo caer la carta frente a su amiga antes de caminar hasta el asiento junto a ella. Tess la tomó entre sus manos y comenzó a leer el contenido.

— ¿Que cosa es más patético que eso?— Grace pregunto mientras que Tess examinaba la carta.— ¿No tiene las suficientes pelotas para terminarme en mi cara y lo hace en una carta?.

— Al menos no fue en un mensaje de texto.

— No estás ayudando.— Grace la miro con seriedad.— Pero en serio... ¿Cual es la razón?.

— Aparentemente es el y no tú.— Tess citó las palabras de Tess.

— Hice todo bien.— Grace hablo con enojo.— Comencé a utilizar maquillaje por que pensé que le gustaría mas, Intente tanto ser lo que el quería para que el solo diga que no es una persona que le gusten las relaciones.

— Es exactamente lo que está escrito aquí.— Tess leyó una vez la carta.

— Simplemente no lo entiendo.— Grace se levantó de su asiento caminando por el aula. Se quedó unos segundos parada en silencio bajo la atenta mirada de Tess. Mordió su labio con fuerza mientras golpeaba el suelo con su talón con rapidez con la esperanza de que las lágrimas no salieran.

— Oh, Grace.— Tess se levantó de su asiento envolviendo en sus brazos a su amiga de infancia.

— ¿Soy tan poco para ser desechada de esa manera?— Grace hablo desde el hombro de su amiga. Tess se separo de su amiga observándola a los ojos. Su maquillaje aún seguía intacto debido a la gran calidad de este, pero sus ojos aún se encontraban lleno de lágrimas.— Creo que lo amo, Tess.

La chica no culpaba a su amiga. Había sido el primer chico donde todo parecía salir bien, el era un atleta con excelentes calificaciones, respetuoso y amoroso por la gran mayoría del verano.

Su madre lo había aprobado desde el primer segundo que el piso el suelo de su hogar. Pero ahora esa imagen se veía muy lejana a el al ver el estado de ánimo que había provocado en su amiga.

....

— Tengo tus apuntes, Maeve.— Grace extendió el cuaderno negro a la chica.— Gracias.

— De nada...— La mirada fue hasta Grace que tenía una expresión de tristeza. Su espalda ya no se encontraba derecha ni su cabeza en alto con orgullo, si no que ahora está se encontraba encordaba y sus mirada en el suelo.— ¿Estas bien?.

— Si.— Grace respondió cortamente.— gracias por los apuntes, me salvaste de una grande.

Grace sonrió ligeramente antes de alejarse. Camino por los pasillos, sus manos vacías, su teléfono ya no se encontraba en sus manos como era lo usual.

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