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El plan de Grace de mantener un buen día había sido arruinado una vez mas por lo que la sonrisa con la que había formado aquella mañana comenzó a desvanecerse desde aquella interacción con Otis dandole por sentando que sus nuevos sentimientos hacia al chico aún no habían sido borrados, y aquellas palabras hirientes de Jackson se seguían repitiendo en su cabeza una y otra vez a cada paso que ella daba.
No podía entender como al inicio del verano lo tenía todo, tenía un novio que proclamaba amor por ella, tenía motivaciones y ganas de superarse cada día y ansiaba con toda su alma el regreso a clases para poder superarse cada día más, pero desde que ese día había llegado todo parecía comenzar a desmoronarse.
Por el otro lado Otis conversaba con Eric, olvidando momentáneamente la incomodidad que sentía al sabes que Grace y el estaban en malos términos.
— ¿Quieres jugar Smash Bros?— Otis pregunto mientras que con sus manos sostenía su bicicleta.
— No puedo, estoy castigado.— El chico respondió.
— Vaya, que todo ha cambiando desde que golpeas gente.— Otis mencionó el incidente de Ira de Eric que le ocasionó golpear a Anwar.
— ¿Que hace tu mamá aquí?— Eric pregunto observando a Jean en su coche a la espera de su hijo.
— No lo sé.— Otis suspiro comenzando a caminar tratando de evadir a su madre.
— No te estoy siguiendo, lo juro.— Jean hablo al ver a su hijo.— Pasaba por aquí y solo.... ¿Otis?— Ella grito al ver como su hijo se alejaba de ella. — ¿Hablamos, por favor?.
— ¿Puedes dejar de gritar?— Otis pregunto enojado acercándose a ella.
— Te preocupa mucho la opinión de tus pares.— Jean susurro.— No desarrolles una personalidad servil.
— ¿Que quieres?— Otis pregunto con frustración al escuchar a su madre.
— Tienes razón. Soy un hipócrita y eres mi punto ciego.Desde que se fue tu padre, solo hemos sido nosotros dos. Pero estás creciendo.— Jean hablo con tristeza.— y siento que te pierdo.
— ¿Por eso decidiste escribir sobre mi disfunción sexual?— Otis pregunto enojado.
— Creí que me ayudaría a entenderte mejor.
— Eso es muy retorcido.
— Y no estás reprimido.— Jean explico.— o disfuncional, o mal desarrollado ni nada de lo que digo en el libro. Lo siento.
— Soy todo eso, mamá. Y en parte es tu culpa. Mucho es culpa de papa pero en su mayoría... soy yo.— Hablo Otis. — No soy... no soy normal.
— Por su puesto que lo eres. Tienes 16.— Jean colocó sus manos en los brazos de su hijo.— No tienes todas las respuestas.
Los dos se abrazaron olvidando sus problemas y arrepintiéndose de las palabras que los dos habían dicho.
— Vas a estar bien.— Jean hablo en su hombro.
— Gracias por disculparte.
— Disculparse no es solo algo protocolar, es un ritual muy importante que une las relaciones y ayuda a que salgamos adelante y... y tú ya sabes eso, ¿no?. ¿Quieres ir a casa?.
— De hecho, debo de hacer algo. Pero regresaré más tarde.
————
Grace se encontraba en la alberca de la escuela ya que había decidido despegar su mente y entrenar un poco para prepararse para su competencia.
Salió de los vestidores mientras terminaba de acomodar su gorra cubriendo todo su cabello. Sus pasos fueron detenidos al ver a Otis con traje de baño en el borde de la piscina.
— ¿Que estás haciendo aquí?— Grace pregunto dejando la toalla que se encontraba en su hombro en una de las gradas para después caminar hasta el.
— Voy a nadar.
— No sabía que estuvieras interesado en esto.— Grace hablo tratando de ocultar su sonrisa.
— No lo estoy.— Otis respondió con honestidad.— Estoy aquí por que me gustan mucho los nadadores. Las nadadoras en particular. Me gustan más que los jugadores de fútbol.
— ¿Se supone que esto es romántico?— Grace pregunto.
— Si.
— La competencia comienza en poco así que... después te acompañaré a casa.
Otis sonrió ligeramente ante la chica.
.......
Grace observó a Jackson caminar hasta el borde de la salida. Todos en las gradas gritaban sus nombre y aplaudían con emoción al ver al chico dorado competir.
El silbido les indicó a todos los nadadores el momento de salir.
Como todos lo esperaban, Jackson ganó la competencia haciendo que el entrenador y sus dos madres corrieran hasta el.
Sabía que ella tenía que ganar esto para que Maeve pudiera quedarse. Por lo que ahora la presión sobre sus hombros incrementaba.
Sus pies se colocaron en la salida y al sonido del silbato ella salto y comenzó a nadar como ai su vida dependiera de ell0.
Cuando su mano toco el borde de la piscina y su cabeza salió a flote al ver a las demás chicas apenas llegando su sonrisa fue dibujada, lo había logrado una vez más.
Salió de la piscina y camino hasta Jackson.— ?Se quedará?— Pregunto ella con su respiración agitada. El negó con la cabeza alejándose de ella.
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