¿Por qué?

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—La invitación me gusta, ¡pero lo malo es que no tiene un segundo nombre! —Hizo un puchero. Solamente se podía visualizar un apellido, de siete letras. Aquella persona simplemente devolvió la invitación.

—Fácil. Falta mi nombre, dado que yo soy el amor de tu vida, ¿no? —Esa voz, perteneciente a un hombre, intentó calmar el puchero de su pareja.

—Entonces, Arturo... ¿cuando nos casemos usaremos esta invitación? Sabes que un enlace como ese no se puede romper...

—¿Y por qué querría romperlo?

—Existen omegas más lindos, tal vez haya uno que te llame la atención y —No terminó su frase, porque recibió un beso en los labios el cual correspondió mientras abrazaba a su pareja. Arturo era muy atento con él.

Rodrigo Herrera se despertó. Desde que recibió la invitación a esa boda, no se había puesto a recordar que era el mismo diseño que Arturo le dijo que usaría cuando se casaran. Era muy malo de su parte que lo usara con otra persona.

Por casualidad, durante su tiempo en el extranjero, conoció a un alfa llamado Luis Harvey, se hicieron amigos y Luis nunca intentó abusar de su estatus, llegó un punto de confianza donde Rodrigo confesó todo lo sucedido con Arturo.

—Hay algo que no cuadra. ¿No intentaste ver quién envió eso? —Preguntó aquel día Luis, Rodrigo negó. —Digo, a lo mejor y era falso.

—¿Cómo va a ser falso? Ahí mismo viene la firma de Arturo.

Luis no retomó el tema, pero tomó la invitación que Rodrigo le prestó, con la excusa de que le mandaría el diseño a un amigo.

Luis usó sus influencias para poder rastrear a la persona que envió aquella invitación, algo tenía que tener...

Y lo encontró.

Fue Emmanuel.

Artigo - Mi omega destinado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora