Back to Tokyo.

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Rin

Iba a toda la velocidad por la carretera junto a Baji, ambos estábamos a la cabeza de RedS. Estábamos lejos de la ciudad por lo que teníamos que ir lo más rápido que podíamos para llegar antes de que la pelea empezara.

Horas atrás cuando llego a mi oficina me contó a detalle lo que pasó.

— Bien, te escucho.— Dije encendiendo el cigarro entre mis dedos.

— Bueno, hace unos meses hubo una disputa entre ToMan y Black Dragons, unos capitanes estuvieron involucrados, entre esos estaban Takemichi y Chifuyu de la primera división; Kisaki de la tercera con Hanma. Y por último de la segunda división Mitsuya y Hakkai.

— De acuerdo, ¿Que fue lo que pasó entre todo esto?

— Para resumirte todo, Kisaki y Hanma traicionaron a ToMan.

— Era algo que había tardado.— Dije al expulsar el humo del cigarrillo.

— Cierto, ellos se aliaron a Tenjiku.— Cuando dijo eso deje el cigarro de lado.— Tengo entendido que Ran y Rindou también están allí, al igual que Koko.

— Si.— Susurre, aun analizando la información.— ¿Se enfrentaron? ¿Les paso algo? ¿Como se encuentra Takemichi? ¿Y chifuyu? ¿Que hay de Draken y Mikey?

— Tranquila.— me detuve, estaba ansiosa por esto.— Todos se encuentran bien por el momento, pero la pelea será pronto y por eso te vine a buscar.

— ¿Por qué ellos no me avisaron de nada?

— En serio no lo , Takemichi sugirió que sería mejor no molestarte y los chicos al ver su insistencia prefirieron dejarlo así.

Yo sabía porque el no había querido que me dijeran nada, pero esto era un asunto en el que debía intervenir.

— Tenjiku tiene muchos ex miembros de RedS.

— Lo , para eso vine también.

— Imagino que no nos quedaremos aquí esperando noticias de la pelea.

— Imaginas muy bien.

— ¡Ya estamos por llegar!— Grito Baji haciéndome volver a la realidad.

— ¿¡Crees que nos estén esperando!?

— ¡Muy seguramente!

Íba a volver a Tokyo después de más de un año, todo lo que habíamos hecho este año por fuera, ¿Valdría la pena?

No lo sabía, podía estar segura de que antes de la pelea iría con mis hermanos.

Había terminado una reunión de RedS, informándoles que pronto partiriamos a otra ciudad, habíamos ganado miembros nuevos que queríamos entrenar con calma.

Mi padre se había contactado conmigo días antes, diciendo que Ran y Rindou vendrían a verme ya que al parecer tenían que hablar algo conmigo.

Los estaba esperando en un puente, el gran río corría por debajo de este, la corriente batia con fuerza, llevándose todo lo que tenía en sus aguas.

Sentí las motocicletas cerca, volteé encontrandolos allí, venían con unos uniformes extraños para mi, nunca los había visto vestir así.

— Tiempo sin vernos.— Dije cuando se acercaron.— ¿A que se debe que vinieran hasta acá?

— Temas de negocios nada más.— No oculte que aquella respuesta me había decepcionado.

— Los escucho.

— Rin, hemos dejado de estar del lado de RedS, te has hablandado.— Dijo Ran.— Ahora somos parte de Tenjiku, nuestro líder es Izana.

— No era necesario que vinieran hasta aquí a decirme eso.

— No solo era eso.— Me quede a la espera de que Rindou continuará.— Queremos que tu y Red Serpents se disuelvan y se unan a Tenjiku.

— Piensalo bien, tendrías un buen rango, tenemos buenos miembros, recursos y dejarías esas tonterías que te están distrayendo de lado.

— Te juntaras de las personas correctas.

— Que te ayudarán a llegar a tu meta, dejar de ser la hija de la mafia para convertirte en su dueña.

Será lo que tanto quiere el tío Ren, que sus sobrinos y su hija tengan todo el poder de la mafia.

Me quede en silencio al escuchar lo que habían dicho, no porque lo estuviera considerando, sino porque no podía creer que me ofrecieran algo así.

— ¿Lo dicen en serio?— Dije después de unos minutos.— Están equivocados si piensan que haré algo como eso.

— Si es por el rango y seguir ordenes nadie te estará mandando.

— No Ran, no es por eso. Es por el hecho de que ser la dueña de la magia ya no es mi ambición ni mi objetivo.

— ¿Cual es tu objetivo ahora entonces?— Pregunto Rindou, notablemente molesto.

— Salvar a quienes me han salvado.— Al escucharme no se molestaron en contener la risa.— Adelante, burlense. Pero que les quede claro que no me uniré a ustedes.

— Te llevaremos a las buenas o a las malas.

— Bien, que sea a las malas entonces.

El dolor se reflejo en sus rostros al escucharme. Ran sacó su bastón expansible y Rindou se puso en posición de ataque, imite su acto poniéndome alerta de todo movimiento. 

Aunque trate de defenderme no logré detenerlos, por más daño o golpes que diera fueron en vano.

— Tu nos hiciste hacer esto.— Rindou me sostenía por atrás mientras Ran estaba frente a mi.

— No lo hagas.— Le pedí al mayor, mirándolo a los ojos.— Por favor Ran.

Tomo mi cara con una de sus manos, mientras que con la otra marcó mi cara. Las heridas fueron tan profundas que de un lado pensé que perdería el ojo.

Me dejaron allí tendida en el suelo, no miraron atrás a la hora de irse, yo misma busque manera de llegar con Megumi.

De aquel día me quedo un recuerdo, las tres cicatrices que habían dejado en mi cara.

Mi propia familia me había traicionado, las personas que pensé que jamás me dejarían a mi suerte habían hecho algo que nunca me espere.

— Estamos devuelta.— Me detuve en la entrada de la ciudad, observando el panorama. Baji se detuvo a mi lado haciendo lo mismo.

— ¿Lista?

— Si.

Estaba lista para lo que se aproximaba, esta vez me enfrentaría a ellos, y no pensaba perder otra vez.

Una Promesa [Tokyo Revengers X Oc] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora