Portland
Maxon
Al llegar a la casa eran cerca de las cuatro y media de la tarde y el cambio de horario empezaba a pasar factura junto con el insomnio de las noches anteriores, planeo entrar hablar con el hombre que vigilara a Cala en su casa y dormir hasta la noche.
En la entrada de la casa está el auto de Alex y un Mustang negro. Esta mañana Alex trajo sus cosas ya que decidimos que viviría con nosotros hasta terminar el proyecto y mis padres se trasladaran a la central de Oregón a unas tres horas de la casa porque sin importar el traslado seguían siendo militares que debían cumplir con sus funciones así que se irán en un par de días mientras preparan un piso para ellos.
Del transporte ya nos encargamos esta mañana llego el avión de carga con nuestros autos y otras cosas más por lo que ya deben estar en el garaje de la mansión.
Entramos a la casa y Alex esta con un tipo mayor tal vez cuarenta o cuarenta y cinco.
–Buenas noches hermanos Soloviov– ambos se levantan con nuestra presencia– No es mi intención incomodarlos se que deben estar muy cansados por el viaje, pero necesitaba saber para quien trabajaba y cuales iban a ser mis principales propósitos además de vigilar a la señorita– le indico que se siente de nuevo yo tomo lugar en el sofá individual.
–El principal propósito es que la mantenga vigilada y la siga en todo momento con discreción sin que ella lo note y nos informe de todo que lo que hace, a que hora sale, si va directo a la escuela o se desvía, a que hora llega, que caminos toma, quienes frecuentan su casa, todo– le dice Adam
Aún es temprano y está en su casa, puedes ir ahora, y nosotros pasaremos en la noche todas las noches para que pases un reporte de lo que hizo en el día, puede retirarse he iniciar su labor– el hombre se levanta y sale.
–Bien ya acabamos aquí me iré a dormir, ¿A que hora saldremos? – le pregunto a mis hermanos.
–Saldremos cerca de la siete, yo también iré a dormir un poco– Todos los presentes nos levantamos y nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones, Alex ahora duerme en el Ala este de la casa así que tiene mucha privacidad mientras mis hermanos y yo dormimos en el centro de la casa.
Subo la escalera seguido de mis hermanos y cada un entra a su respectivo recinto, mientras me quieto la camisa tomo mi celular para ver si hay alguna actualización.
El mundo y el destino parecen estar en mi contra, cada de abro alguna de mis redes sociales lo primero que veo es un anuncio de bebes, chupetes, carriolas, biberones, pañales de todo, aunque puedo ignorarlo no puedo, en un tiempo tendré que hacerme cargo de un bebe o dos o tres nunca se sabe, pongo la alarma para después y dejo el celular de lado, bajo mi pantalón quedando así en bóxer y me tiro en la cama sin ninguna preocupación y cierro los ojos, tomo una profunda respiración y.......
El sonido de mi celular me pone alerta y en cuestión de segundos estoy sentado en la cama, cuando me calmo tomo mi celular y lo apago, aun estoy a tiempo, tomo una ducha rápida ignorando el falo caliente que se sostiene sobe mi vientre.
Salgo tomo un vaquero una camisa negra, me las pongo y faltan justamente cinco minutos para las siete tomo mi cartera y celular y salgo de la habitación.
Escucho a mis hermanos hablando abajo, por lo que acelero el paso, con lo afanados que son seguro me dejan.
Los encuentros hablando en la puerta, listos para salir.
–Pensamos que no ibas a bajar– me dice Liam mientras salimos y abordamos el deportivo negro.
–No me voy a perder esto– lo abordamos con Adam de conductor y yo de copiloto.
ESTÁS LEYENDO
Un inicio inesperado
Teen FictionCala, es una chica fría y seria de diecisiete años Una pequeña confusión que desencadeno un gran problema la hicieron tener un inicio inesperado con Liam, Adam y Maxon. *advertencia -derechos de autor -prohibida su copia y/o adaptación