Capitulo 19

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Maxon
Portland

El auto sigue de lejos a la Ducati que va saliendo de la ciudad, no sabemos a dónde va, pero no es seguro que maneje a esta hora, siento un cosquilleo en mis manos y a mi mente bien el encuentro en el jardín como su cuerpo se amoldo a mis manos y el latir de su corazón en mi pecho.

Hoy no tuvimos tiempo de pasar por la casa de la niña, le avisamos a Steven y él dijo que nos avisaría cualquier cosa, mientras estaba en mi oficina con mis hermanos, me entro una llamada suya diciendo que Cala y su hermano habían salido de la casa, eran cerca de las diez y media de la noche, le dije que la siguiera y que nos llamara para saber a dónde ir.

Mientras mis hermanos y yo bajamos ala auto recibí la dirección con un mensaje debajo de esta que decía "fiesta" Liam condujo hasta allí y cuando llegamos la casa estaba llena de adolescentes ebrios y algunos drogados, Adam y yo entramos a la casa mientras Liam esperaba afuera por si la veía salir, yo fui a ver la sala, la cocina y el jardín y Adam revisaría la segunda planta, cundo salí al jardín no tenía mucha esperanza hasta que la vi caminando por el borde de la piscina, no veía su cara pero sabía que era ella, me acerque de apoco iba a avisar a mis hermanos pero la vi doblarse y antes de siquiera pensarlo mi mano ya se estaba alargando para tomarla.

Y luego esos hermosos ojos cafés me vieron y sentí que el alma se me cayó al suelo, pero luego la perdí no se a donde fue hasta que Liam llamo diciendo que estaba saliendo en su motocicleta con una chica, camine hacia la entrada para encontrarme con ellos y empezar a seguirla.

No sé a dónde vamos, pero nos estamos alejando mucho de la ciudad, no lo entiendo hasta que escucho la música y veo las luces led detrás de lo que parece ser una fábrica abandonada.

–Es una fiesta clandestina– esto es una mierda.

Entramos y estacionamos un poco lejos en una zona alta del terreno, hay bastante gente, pero me llama la atención una mesa alejada con una chica de unas veinti tantos años con tres hombres grandes y armados a su lado.

–Mira allá, son mesas de apuesta– le señalo a Liam –Deben ser carreras ilegales o peleas clandestinas.

–No, son carreras, las peles suelen ser en lugares cerrados o bajo tierra–Adam tiene razón – Mira hay esta– la vemos acercarse a la mesa sola– Creo que va a apostar.

Habla con la chica y luego deja algo sobre la mesa y se va. La sigo con la mirada hasta donde se supone que esta su motocicleta y la chica con la que ella se fue que esta agachada en la parte de atrás de la motocicleta parece que hablan y ella vuelve a alejarse de ahí, pero no va a la mesa de apuestas si no fuera de la fiesta

La seguimos desde lejos hasta ver que se dirige a una torre de agua, pero sin el tanque de agua, sube a toda prisa y un escalofrío me recorre al pensar en que quizás pudiera caer y lastimarse, pero no pasa llega a la planta y base para casi en el borde y por un momento pienso que va a tirarse hasta que alza la cabeza y el viento la golpea descubriendo su cara.

Luego abre los ojos y estudia los que bordea la torre que parece más un palco que una simple torre.

Luego de unos minutos vuelve y baja caminando con un poco más de prisa de nuevo a la fiesta. Hasta llegar de nuevo con la que parece ser su amiga, sube a la motocicleta y le da un abrazo.

–¿Qué es lo que hace? ¿La dejara hay? –No lo sé, esto se está poniendo raro, se pone el casco y la chica empieza a caminar a un lado de lo que se supone es la línea de partida para la siguiente carrera.

Estoy a punto de irme al auto para seguirla, pero palidezco al ver como se posiciona en la línea con el resto de los corredores

–¿Participará? – no puede ser –Hay que detener esto como sea, ella no puede correr– Liam tiene razón tomo mi teléfono y llamo a mis padres ellos lo detendrán.

Un inicio inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora