*JULIANA POV*

Había un evento de modelaje en el que Lucía estaría, según le dijeron en la agencia el día que tenía esa reunión cuando la vimos en el supermercado. Y ella nos quería ahí. Mi hermana llegaba mañana así que hoy teníamos este evento donde tenía que vestirme bonita.

Tenía un vestido corto blanco y calado arriba que marcaba mi vientre, el cual acompañe con unas calzas negras y unas sandalias. Me había hecho un peinado simple y deje caer el colgante que mi padre me había regalado el día de mi graduación, una semana antes de morir en ese accidente. Me estaba mirando al espejo acomodando la ropa e insegura de si cambiarme por otra cosa cuando sentí que entraba.


—¿Qué tanto miras? —Dijo sonriendo

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—¿Qué tanto miras? —Dijo sonriendo.

Tenía unos jeans negros, una blusa blanca con algo escrito y dibujos abstractos y una camisa color verde musgo. Se había peinado precioso y me dejó de boca abierta.

—Wow... —Dije pestañando y señalando su ropa.

—¿Te gusta? —Me preguntó y asentí.

Se acercó y se paró detrás de mí para que ambas pudiéramos mirar al espejo juntas. Acomodó mi pelo hacia delante y se acercó para abrazarme por la cintura mientras me derretía.

—Creo que te ves hermosa y no necesitas seguir mirando, no hay nada que necesites cambiar.

—¿De verdad? —Le pregunté y asintió.

—De verdad… Me encanta… Te ves muy hermosa.—Me quedé roja luego de escucharla decir eso y se alejó un poco—. ¿Vamos entonces?

—Sí, vamos. —Le dije, aceptando su mano en la mía.

Salimos de la casa con tranquilidad luego de tomar nuestros abrigos y salimos en el auto. Llegamos al lugar, estacionamos y fuimos a la entrada donde pidieron nuestros nombres. Lucía había dejado dos invitaciones así que sólo teníamos que decir nuestros nombres. Cuando nos dieron la aprobación, ingresamos con calma. Valentina me tomaba de la cintura en todo momento pero cuando vio que había demasiada gente bajo su mano hasta la mía y entrelazó sus dedos en los míos. Sus manos estaban suaves y su solo tacto enloqueció mi corazón.

Tenía que distraerme con algo y dejar de pensar en sus manos. ¡Maldita sea! Me sentía como una adolescente hormonal. Bueno, estoy hormonal… Pero no soy una adolescente así que comencé a buscar a Lucía.

Era un tanto difícil por la multitud pero Valentina la detectó y la señaló con la mano.

—Ahí está la idiota. —Dijo con un poco de risa en medio de sus palabras—. ¡Se tiñó el pelo! Ahora entiendo por qué no la encontrábamos.

Y ahí estaba, pintándose los labios mientras miraba un espejo.

Nos quedamos quietas mirándola guardar el espejo y el labial. Levantó la mirada y miró para todos lados. Valentina levantó la mano y la saludo con una sonrisa que supe, era irónica. En cambio, Lucía levantó sus manos e hizo un gesto como metalero.

Estaba muy linda vestida y debo admitir que ese color le quedaba muy bien. Al verme sonrió y me saludó pero luego se fue a sacar fotos. Lucía era demasiado bonita y no sé para qué serían estás imágenes pero cualquiera que fuera el producto que promociona, yo lo compraría. Un mozo se acercó y ofreció bebidas. Miré hacia Lucía y había desaparecido un momento. Me distraje mirando a las demás modelos y cuando quise dar cuenta, Lucía estaba devuelta en su lugar y le estaban sacando fotos.

—Me encanta su pelo. —Le mencioné a Valentina y está sonrió—. Y el corte en la espalda en ese traje es muy sexy, me gusta.

—Me dijo que era su última sesión pero no le creo. Le gusta demasiado su trabajo para dejarlo por hacer macarrones.

Miré a Valentina y sonreí de costado.

—Las personas son capaces de cualquier cosa por cumplir sus sueños. Y estoy segura de que Lucía logrará lo que sea que se proponga.

Su mano seguía en la mía y sus dedos estaban entrelazados en los míos.

—No estoy juzgando a Lucía, Juls. —Dijo sonriendo y la miré.

—Pues deberías tener cuidado, no sea que te escuche y hieras sus sentimientos.

Me miró levantando las cejas y sonrió un momento para luego borrar la sonrisa. Se acercó y me miró de cerca.

—Creo que cierta personita está afectando tu humor. —Dijo entre risas.

Mi cara debió ser muy irónica, porque cuando la miré sonrió aún más. Asentí molesta y para más fastidio se acercó y depositó un beso en mi cabeza.

INSEMINACIÓN ARTIFICIAL - JULIANTINA ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora