INSEMINACIÓN ARTIFICIAL - JULIANTINA ADAPTACIÓN

IXX

*VALENTINA POV*

Los preparativos para reparar la habitación en casa de Juls y Eva estaban listos y teníamos todo por comenzar. En los siguientes días, Juls terminaba los detalles para irse de licencia maternal y yo compré las cosas para reparar la habitación. Salí de la tienda donde compré la pintura, la dejé en la cajuela del auto y me dirigí a la tienda de Lucía. Estaba terminando unos detalles antes de su apertura, que sería en unos días. Cuando estacione en la puerta miré hacia el local y estaba acomodando un par de mesas. Sonreí al verla ya que se veía demasiado indecisa. Salí del auto y cerré la puerta. Cuando me estaba acercando, miró hacia la puerta y me vio. Sonrió ampliamente y se acercó para quitar la tranca y dejarme entrar.

—¡Viniste! —Dijo entusiasmada de pie en medio del camino.

—Claro que vine, prometí que te ayudaría. —Dije y la empujé—. Déjame pasar que quiero ver.

Todo estaba encaminado. Tenía el mostrador, la caja registradora y hasta heladeras.

—¿Te gusta? —Me preguntó y asentí.

—La verdad es que sí. —Le fui sincera.

No pude evitar sonreír mientras miraba a mi alrededor. Todo estaba precioso pintado y ver todo esto hizo que se me llenaran los ojos de lágrimas.

—Aún estoy indecisa en cómo poner las mesas y mañana me llega la cafetera italiana industrial así que podré servir café y...

Se detuvo cuando me observó y notó que mis ojos estaban llenos de lágrimas. Mis labios estaban apretados pero con una sonrisa sincera. Evité su mirada y traté de pestañar para evitar llorar pero eso hizo que una lágrima cayera y la escuché reír mientras la limpié rápidamente.

—Eres una llorona. —Me dijo una vez que se paró delante de mí y me reí en silencio.

—Es que sé lo mucho que te ha costado llegar hasta aquí. —Le dije y sonrió con tristeza un momento—. Estoy muy orgullosa de ti, Lu. Has pasado por tanto…

Me golpeó en el estómago y me reí sonoramente.

—¡Que me llamo Lucía! –Me aclaró y me reí más—. Pero sí… He pasado por mucho…

—Sí que lo has hecho... —Dije suspirando.

Nos miramos un momento y solo eso, sin siquiera sonreír.

—No habría llegado a esto sin ti y lo sabes. —Dijo y asentí.

Y nos dimos un abrazo. Nos quedamos ahí un momento, disfrutando del abrazo hasta que nos alejamos y me señaló una mesa.

—Vamos a sentarnos ahí… —Dijo y la seguí—. ¿Hoy vas a casa de Juls?

—No, mañana. —Le dije—. Está en trámites porque la semana que viene comienza la licencia por maternidad y aprovechó para verse con su amiga Renata.

—¿Y le vas a pedir matrimonio o qué? —Me preguntó y fruncí el entrecejo.

—¿Casarnos? No, eso no.

Le dije y asintió.

—¿Y qué harás? —Preguntó—. Porque esa niña va a nacer y no creo que estén de una casa a la otra.

—Estamos arreglando la habitación en casa de Juls. —Le conté—. Recién vengo de ir a comprar la pintura. Mientras que el arquitecto que contraté hace la habitación, Juls se quedará conmigo y aprovecharemos este tiempo que queda para conocernos más.

Asintió y apoyó su rostro sobre la palma de su mano mientras el codo estaba sobre la mesa redonda de metal.

—¿Y luego?