XIV

7.6K 539 43
                                    


*JULIANA POV*

Seguíamos recostadas en la cama, nuestros cuerpos estaban aún desnudos y no pude evitar la sensación de derretirme cuando los labios de Valentina tocaron los míos de esa forma tan delicada. Estaba de costado a mi lado, inclinada sobre mí sosteniéndose de su codo izquierdo y acariciando nuestro bebé con su mano derecha mientras sus labios me daban caricias y besos dulces.

—¿Puedo preguntarte algo? —Dijo y le asentí.

—Adelante. —Le respondí.

Se detuvo un momento para darme un beso sentido y el tacto de sus labios era mágico, me volaba la cabeza.

—¿Qué es lo que más te gusta de mi rostro? —Dijo para luego alejarse y mirarme.

Suspiré y estiré mi mano para acomodar su pelo. Ese pelo castaño que le quedaba hermoso, esos ojos azules que me volvían loca, esa nariz fina pero no pequeña y me gustaba porque no era estética o perfecta, era simplemente bonita. Y sus labios eran gruesos y su piel era casi transparente.

—¿Lo que más me gusta de tu rostro? —Le pregunté y asintió mirándome atenta—. Tus ojos.

—¿Por qué mis ojos?

—Porque son lo más bonito que han visto mis ojos y amo haber elegido que una de las características que tendría el bebé era los ojos del donador.

Sus cejas se levantaron un poco y sonrió leve, poniéndose un poco roja.

—Es cierto... tendrá mis ojos.

Le asentí y sonreí acariciando su rostro.

—¿Y tú? ¿Qué es lo que más te gusta de mi rostro? —Le pregunté.

Sin siquiera tener la intención de contestarme, se acercó y tomó mi labio inferior entre sus labios. Así que abracé su labio con los míos de la misma forma. La forma en que estaban hinchados de tanto besarme, que se sentían cálidos, cómodos y húmedos... Me derretía. Perdí la noción del tiempo y espacio. No tenía idea de lo que hacía, por qué, cuál era la razón por la que estaba ahí, cómo había llegado a esta situación ni cuándo. Solo sabía que la estaba besando y el recuerdo de lo que habíamos hecho anoche era maravilloso.

—Tus labios... —Dijo sin separarse mucho de mis labios—. Son mi parte favorita de tu rostro.

Estiré mis brazos a su espalda y la arrimé a mí para abrazarla. Fue mientras ella se reía abrazándome que sentí la patada y gracias a que ella estaba pegada a mí, la sintió también. Se alejó y se acercó a mi vientre luego de que las dos nos sorprendiéramos y nos miráramos a los ojos para sonreírnos.

—Hola, bebé. —Dijo hablando a la panza—. ¿Tú también quieres besos?

Comenzó a dejar besos por todo el vientre y sonreí como idiota. Era la imagen más hermosa del mundo.

—Eres tan hermosa, Valentina... —Dije sin preocuparme de lo que decía en absoluto.

Dejó de dar besos al vientre y me miró con una sonrisa demasiado dulce.

—Tú eres la mujer más hermosa que he conocido. —Se acercó a mí y dejó un casto pero dulce beso para luego hacer lo mismo en mi nariz—. ¿Puedo serte sincera?

Le asentí y se quedó mirándome seria. Vi el movimiento de su garganta y escuché cómo tragó saliva.

—Esta no es la primera vez que estoy con una mujer y ciertamente no es la primera vez que tengo sexo pero...

Se sentó en la cama y tomó mi mano para ponerla sobre su seno. Sus latidos eran muy fuertes e hicieron que mi corazón se disparara también.

—Nunca me había latido así el corazón solo por estar junto a alguien. —¡Oh, diablos! Esta mujer está decidida a matarme—. Y perdóname porque no sé cómo expresar mis sentimientos pero... anoche...

INSEMINACIÓN ARTIFICIAL - JULIANTINA ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora