INSEMINACIÓN ARTIFICIAL - JULIANTINA ADAPTACIÓN

XVI

*JULIANA POV*

Me moría de los nervios. ¿Estaba a tiempo de salir corriendo? Porque realmente lo estaba considerando. Valentina estaba inclinada buscando el contacto de su madre. Tomé la taza con chocolate y quise tomar un sorbo pero estaba vacía. ¿Me lo tomé todo?

—¿Podrías dejar de mover el pie así? —Dejó la computadora para mirarme levantando las cejas—. Estás aplastando mi pie.

Miré hacia abajo y retiré el pie en seguida cuando noté que eso era cierto.

—¡¡Oh, lo siento!! —Le dije y sonrió.

—¿Qué pasa? ¿Estás nerviosa? —Preguntó y regresó a la computadora—. ¡Oh, aquí está!

Comenzó a llamar y me agarré las manos, jugando con mis dedos mientras esperaba que atendiera. Fueron los segundos más largos de mi vida y creo que fueron solo dos. Cuando atendió vi a una mujer de pelo castaño como Valentina y de ojos marrones. Sonrió al vernos y sonreí con sólo ver esa sonrisa.

—¡Hola, mamá! —Dijo Valentina y esta señora mostró una gran sonrisa.

—¡Hola, mo nighean! —Dijo y me pregunté qué carajos significaba eso—. Tú debes ser Juliana, mucho gusto. Me llamo Elena.

—Mucho gustó, Elena. Es un honor al fin conocerla. —Estaba tratando de mantenerme lo más tranquila posible.

—¡Estoy feliz de conocerte, Juliana! Valentina me contó cómo sucedió todo y estoy feliz y agradecida de que le des la oportunidad a mi hija de ser madre. ¿Cómo llevas ese embarazo?

—¿Quieres ver la panza, màthair? —Le dijo Valentina y deduje en ese instante que debían estar hablando en gaélico escocés.

—¡Sí, por favor!

Me puse de costado y traté de mantener la tela de la blusa contra mi cuerpo para que se notara la esfera de mi vientre. En tanto le mostramos, comenzó a gritar de alegría.

—¡Oh, qué hermoso! ¡Qué bien va ese bebé! ¡Oh, estoy tan feliz!

Ver su alegría me emocionó y mis ojos se llenaron de lágrimas. Intercambié una mirada con Valentina y le hice entender simplemente asintiendo que era hora de darle las noticias que teníamos para ella. Asintió en respuesta y miró la cámara.

—Mamá, tenemos una sorpresa para ti.

La vi estirar su mano hasta la foto del ultrasonido y lo acercó a la cámara. Elena se llevó las manos a la boca y comenzó a llorar.

—Permite que te presente a tu nieta.

—¿Qué? ¿Mi nieta? ¡¿Es niña?! —Dijo y Valentina alejó la foto para que nos viera.

—Sí, es niña. —Respondí—. Nos enteramos hoy.

Y comenzó a gritar. Gritó como si se hubiera sacado la lotería. Hizo que me emocionara con solo verla, era demasiado adorable.

—¡¡Oh, qué hermoso!! No tienen idea lo feliz que me hace saber esto. ¿Ahora sí vas a dejarme comprar cosas para mi nieta?

Por el tono que usó supe que Valentina debió pedirle que no compre nada y me reí. Esta me miró avergonzada y luego a su madre.

—Sí, supongo que ya puedes hacerlo.

—¡Perfecto! —Dijo Elena y miré a la computadora—. ¿Ya compraste algo, Juliana?

—Por favor, dígame Juls. —Le dije—. Y no, no quería comprar nada hasta asegurarme de que nada malo sucediera.

Asintió y la vi estirar su brazo para tomar una taza que creo, tenía té o café.