Capítulo 39

39 5 5
                                    

Camino junto a mi hermana hacia el avión que espera por nosotras. Hace tan solo unos minutos atrás papás marcaron para felicitarme.

Rio al ver a Sam vestida con un traje verde, se ve muy graciosa y ni hablar de mi con mi inmenso traje azul. Parezco un pitufo.

—De que te ríes —Sam me mira con una sonrisa divertida.

—Nada —no quiero decirle que de como luce.

Sam sacude su cabello y comienza a cantar una canción de Jim Morrison.

Estoy nerviosa pero cuando Sam me abraza me siento tranquila, ella siempre a causado ese efecto en mi, que yo me sienta protegida.

El avión comienza a elevarse sobre los aires, lo encargados nos dan indicaciones, primero iré yo junto con un experto y después cuando ya este abajo irá Sam.

Nos colocan unas mochilas donde va el paracaídas. Siento mi corazón martillear y un cosquilleo recorre mi cuerpo entero.

Sam se acerca a mi y me mira con sus ojos cariñosos. Me toma de los hombros y me acerca a su cuerpo envolviendome en un cálido abrazo.

—¿Segura que quieres hacer esto? —me evalúa.

—Si —asiento, quiero ser como ella atreverme y ser valiente.

Me acerco a las puerta del avión, el aire golpea contra mi rostro haciendo que mi cabello revolote, llevo una mano a mi corazón y trato de calmar mi respiración, no estoy asustada pero si nerviosa. El experto se acerca y una vez se asegura que todo esta en orden me dice que de una señal cuando este lista.

Sam sonríe y suelta en un grito «Feliz cumpleaños hermanita» en el mismo instante es que decido que es momento.

Me tiro soltando un grito que es ahogado, comienzo a reír y disfruto de mi cuerpo cayendo por los aires es una sensación fascinante.

Cuando aterrizo me deshago del paracaídas y me libero del traje, estoy bien, siento que mi corazón sigue latiendo rápidamente y mi respiración es un desastre. Recojo mi cabello enmarañado en un moño y miro hacia el cielo.

El avión se mantiene en el mismo lugar, Sam se encuentra en la orilla, ahora si que tengo miedo, se que es seguro pero me aterra pensar que mi hermana puede estar en peligro.

Veo como Sam me arroja y cae como un pluma, sus brazos se extienden a los lados.

La altitud pronto va disminuyendo y mi entrecejo se frunce cuando observó que no a abierto el paracaídas, debería hacerlo ya, no logro ver bien desde donde estoy.

Después de un rato el paracaídas por fin abre pero pasa algo extraño, comienza a dar vueltas, esto no debería pasar.

Observo a las personas que están a mi lado, se miran entre si y un grito me hace saber que esto no va bien.

—¡Dios mío! —exclama alguien.

No, no, esto no esta nada bien, llevo una mano a mi boca.

Mierda no, comienzo a gritar o no estoy segura ya que no soy consciente de lo que hago.

—El paracaídas tiene un fallo —habla una voz masculina.

—¡Puta madre! Se supone que lo revisaron —grita otra persona.

—¡Hagan algo! —mi voz se desgarra.

Siento como mi mente se pone en blanco y lágrimas brotan de mis ojos, clavo mi vista al cielo, sólo veo a mi hermana dar vueltas y ruego porque ella baje bien.

Hasta las Estrellas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora