Capítulo 30

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Eres odiosa Sam —le reprocha papá a mi hermana bromeando.

Sam le da una mirada de indignación y lleva una mano a su pecho.

—Lo siento Marck, pero esa corbata no combina para nada con tu traje —mi hermana lo repara de arriaba a abajo.

Los miro divertida sentada en el sillón frente al gran televisor.

Mis padres tienen una reunión importante para firmar un contrato. No entiendo bien sobre sus negocios solo se que son dueños de grandes empresas.

—Papá no le hagas caso a Sam, te ves genial —grito para que me escuchen ya que ellos están parados en la puerta principal de la casa.

—Por eso eres mi favorita, cariño —me lanza un beso y finjo atraparlo.

—¡Oye! —reclama mi hermana mayor.

—Sabes que también te amo —papá se acerca a ella y la abraza—. Pero tu hermana es menos entrometida que tú.

—¿De qué hablan? —mamá aparece con una sonrisa.

Es hermosa y se sigue viendo muy joven a pesar de que ya tiene una hija de diecisiete años y otra más de catorce. Mamá tuvo muy joven a mi hermana pero eso no le impidió que se convirtiera en una profesionista y siempre fue una gran madre.

—Papá dice que su preferida es Anne —Sam forma un puchero.

—Volviste a meterte con su forma de vestir ¿cierto? —mi madre la mira con cariño.

—Nop —la castaña se balancea de un lado a otro—. Bueno tal vez un poco.

—Lo sabia.

—Ya esta Sam, de todas maneras yo puedo ser la consentida de papá pero tu lo eres de mamá —digo rodando los ojos pero con una sonrisa divertida.

—Claro que no, cielo —habla  mi madre.

Se que mamá nos quiere a a ambas pero también comprendo que tiene una mayor conexión con mi hermana mayor y eso no me molesta al contrario me gusta ver como son tan apegadas ellas dos. Me gusta que nuestra familia sea tan unida.

—Ya vale, andando que se les hace tarde —dice Sam—. Corran vayan a impresionar, sobretodo tu Marck con tu fabulosa corbata —rie.

—Samantha —mi padre habla con advertencia pero se que solo juega, mi hermana se encoge de hombros—. Vale nos vamos, por favor niñas no se duerman tarde, Sam cuida a Anne y por favor no metan a chicos —no podía faltar eso por parte de mi padre sobreprotector.

—Marck —le riñe mi madre.

—¡¿Que?!

—Ya anda, que llegamos tarde —mamá se despide de Sam con un beso y me hace una seña en forma de despedida.

—Te ves hermosa mami —le grito cuando esta a punto de salir.

—Gracias, cielo.

Papá la deja salir primero y cierra tras ella. Puedo llevar a ver que mi padre le da un beso a mi madre y después caminan tomados de la mano.

—¿Que ves fisgona? —me sobresalto ante la voz de mi hermana quien se sienta a un lado mio.

—Solo veía a papás —me encojo de hombros.

—Se aman mucho —asiente con una resplandeciente sonrisa.

—Lo sé.

—Algun día quiero encontrar a alguien que me mire como papá mira a mamá.

Hasta las Estrellas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora