Capítulo 1

276 20 10
                                    

8 de octubre de 2017
7:30 a.m.

Anne

El constante ruido de una vibración resuena por algún lugar provocando que uno de mis ojos se abra y se vuelva a cerrar cayendo en mi estado de sueño una vez más pero parece que por más que quiera volver a quedarme profundamente dormida no se va a poder.

La vibración sigue insistente, ¿pero que rayos es ese ruido? ¡por favor, dejen dormir!

Agh por qué no se calla, estiro mi brazo y allí esta, pulso el botón de apagar.

Mis ojos por unos segundos se quedan viendo fijamente el techo tratando de asimilar que es hora de ponerse de pie, tiro las cobijas al suelo y me estiro.

¡Dios! Como me gustaría seguir durmiendo ¿y si no asisto a clases? ¿se darán cuenta?

No, Anne, borra esos pensamientos de tu cabeza, si no vas tu madre se daría cuenta y te castigaría ¡oh si! Es cierto.

Saco las prendas del armario y camino perezosamente a darme un baño que milagrosamente aleja el sueño de mí. Que mentira, a quién engaño, aun quiero dormir.

Con movimientos extremadamente lentos me coloco el vestido azul celeste que hace contraste con mi piel pálida. Por un momento me pregunto que pasaría si en su lugar me coloco un vestido negro o de un tono oscuro pero decisto de esa idea, estoy segura que me mandarían a cambiar así que mejor me quedo así.

Me coloco unos zapatos planos y empiezo a cepillar mi cabello castaño dejándolo suelto, me gusta así, bueno la verdad es que de cualquier forma me gusta, mi cabello es lindo.

Por último me aplico sombras y brillo labial aunque todo en tonos claros, a mamá no le gusta que use tonos oscuros o muy pronunciados dice que se ve demasiado vulgar.

Tomo el bolso que esta en el suelo y salgo de mi habitación.

En las escaleras me encuentro a Hanna, es mi nana y le tengo mucho cariño es la única que apesar de todo no se alejo de mí y hasta decidió mudarse con nosotros, a lo mejor lo hace por lastima o porque esta más cerca de su familia, pero para mí eso no importa al menos ella esta aquí.

—Buenos días cariño, lista para tu primer día de clases —saluda con entusiasmo.

—Buenos días Hanna —le doy un beso en la mejilla—. Te diría que sí pero me muero de nervios, upss no le digas eso a mi padre creo que ya he escuchado mucho "una Bennett nunca tiene nervios."

A Hanna de le escapa una risita.

—Oh cariño tenle paciencia —¿cómo? ¿Más? Creo que Hanna ve el cambio de mi cara porque rápidamente agrega—. Te irá genial no te preocupes y ahora apurate tu desayuno ya esta listo.

—Gracias Hannita, te quiero.

Termino de bajar las escaleras y voy a donde me espera mi desayuno que sólo consiste en fruta picada con yogurt natural y granola, junto a jugo de naranja. Al menos mamá a agregado más porción.

Al masticar la fruta intento imaginar que se trata de tortitas o galletas de las que solía hornear mamá cuando era pequeña y cuando tomo de mi jugo casi siento el sabor del café.

Cuando termino me dirijo hacia la salida de la casa. Papá dijo que no podría llevarme porque él y mamá salían hoy de viaje así que subo al auto negro que ya está en espera por mí.

Mike, el chofer, espera a que me siente correctamente y abroche el cinturón de seguridad para poner el auto en marcha.

El silencio me inquieta, llevo mis manos a mi regazo limpiando una y otra vez el sudor de mis palmas en mi vestido. Quiero dejar de sentirme así, digo no es para tanto, solo es mi primer día de clases, no tiene que ser tan malo, las personas en Portland seguro son agradables.

Hasta las Estrellas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora