Capítulo 13

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En la vida muchas veces se requiere de un pequeño empujón para que uno se atreva a hacer cosas que, aunque querría hacer, quizás en ese momento no tiene la fortaleza necesaria para tomar esa acción. No es que Horacio hubiera llegado a hacer una reflexión profunda sobre ese tema y ciertamente, ahora que su vida empezaba a tener algo más de luz, lo último que quería hacer era sumirse en un lamento provocado por pensar en todo lo que había atravesado.

Había notado una leve mejoría en las últimas semanas y sería un necio si no asumiera que se debía a que Claudio le había ayudado al buscar un psicólogo que creía que le podía tratar. Desde un punto de vista externo, no era que la vida de Horacio hubiera cambiado demasiado; simplemente había tratado de escuchar las pautas de su psicólogo y, retomando las riendas de su vida, Horacio había regresado al refugio de perros militares para seguir prestando ayuda. Sin embargo, ahora intentaba no ser tan estricto como lo había sido en el pasado, trataba de cooperar, pero si un día no estaba en el humor adecuado para tratar con los animales, entonces cambiaba el plan y simplemente daba un paseo para no quedarse todo el día encerrado en casa.

No era muy difícil recordar que el refugio de animales no debía ser un castigo, porque ciertamente la gran mayoría de militares que se encontraban destinados a mantener y cuidar el lugar eran personas que tenían vocación por los animales y ver esa dedicación era algo que a Horacio le solía alegrar el día. El problema que había residido en el pasado era que había carecido de la fuerza necesaria para desplazarse a ese lugar y que sus ánimos mejorasen levemente, pero desde que no se sentía completamente solo luchando con los demonios de su vida, salir de casa se le hacía una tarea menos ardua.



Era un día como otro cualquiera en el refugio o, al menos, Horacio en la actualidad no parecía verse influenciado por detalles como que en el horizonte el sol resplandeciera sin que ninguna nube le obstaculizase el paso. Había conseguido alcanzar pequeños logros en las últimas semanas, pero se sentía muy lejano al Horacio que había sido en el pasado y no era capaz de prestar atención al mundo que le rodeaba cuando las pesadillas estaban sumidas en su mundo interno.

Agradecía mucho el tacto que tenía Kylie porque después de sus largas ausencias, la mujer nunca preguntaba los motivos y Horacio siempre se sentía bienvenido por ayudar allí por poco que fuera, en lugar de culpable por no querer involucrarse más. Realmente desconocía si aquellas palabras eran formuladas de aquella forma porque Kylie era una mujer de gran corazón o porque sabía lo mucho que Horacio había perdido en la anterior guerra para que la humanidad pudiera seguir adelante con sus vidas. A decir verdad, parecía ser una mezcla de ambas opciones.

¿Te acuerdas de Zeus? La familia de un ex-militar decidió adoptarlo finalmente, aunque la parte triste es que se van a mudar a otra región... — Mencionó Kylie mientras ambos abastecían los comederos de la comida necesaria para los animales.

A pesar de que Horacio asintió levemente mientras seguía el hilo de la conversación, no transcurrió mucho tiempo para que volviese a sumirse entre su propia línea de razonamiento. Antes de que él mismo se hubiera convertido en un militar, no entendía mucho el oficio. De hecho, siempre había pensado que, debido a que siempre requerían de personal, era una forma fácil de conseguir dinero si uno tenía un mínimo de habilidades físicas. Obviamente esa opinión había cambiado radicalmente una vez se había percatado por sus propias experiencias de que ser un militar en tiempos de guerra no era tarea fácil, y menos combinar el tener una vida social o una familia con todas las responsabilidades que cargaban a sus espaldas.

Tampoco era totalmente imposible, por supuesto. Su historia amorosa había terminado francamente mal, pero también tenía el caso de un amigo cercano, Nikolai, cuya relación florecida en tiempos de guerra actualmente era algo real. Sin embargo, Horacio podía contar muchos más conocidos militares que habían perdido sus familias a causa de la cercanía de combatir en la guerra que conocidos que vivieran una vida feliz con sus allegados.

Черный ✬ дельтаDonde viven las historias. Descúbrelo ahora