Capítulo 2

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Miércoles 13 de junio

Estuve sentada aquí pensando en el viernes pasado, el último día de clases, cuando oí que Christy y Megan hablaban de la fiesta de Christy. Cuando me vieron, se quedaron mudas. Yo no estaba invitada, claro. Siempre están haciendo esas fiestas y solamente invitan a las que son buenas con ellas y repiten todo el tiempo que ellas son maravillosas. Me invitaron solamente una vez porque le llevé unos libros a Megan cuando estaba enferma y me puse tres horas en su casa explicándole la tarea y haciéndole una parte, y por eso fue mi amiga... por una semana más o menos.

Pero la fiesta fue lo más estupidísimo (sé que no se puede decir "lo más estupidísimo") que yo haya visto en mi vida: las nenas se reían bajito en el medio de la habitación y los varones se inclinaban contra las paredes y después pusieron unos discos y se pusieron a bailar, las chicas con otras chicas, nada más, hasta que vino una canción lenta y entonces algunos de los varones bailaron con algunas de las chicas, y lo único que hacían era colgárseles del cuello y parecer de onda pero nadie me invitó a mí a bailar así que tuve que quedarme ahí, de pie junto a la comida, y fingir que estaba muy hambrienta. 

Me sigo olvidando de reflexionar sobre las cosas. Voy a reflexionar sobre estas fiestas. La única razón por la que existen (aunque admito que solamente fui a una, pero por lo que me cuentan, son todas iguales) es para que las nenas lindas puedan mostrar su ropa linda y sacudir sus traseros en medio de la habitación y así los chicos  que están apoyados contra las paredes las ven y piensan en lo lindas que son. Pero si yo sería (tengo que acordarme de que la señora Z. dice que tengo que decir "si yo fuera" pero a mi me suena taaaaan raro) varón, eso me daría vergüenza y las chicas me darían lástima. Si yo...  fuera varón, me gustaría que planearan algo interesante, como un juego de básquet u otros juegos, algo donde la gente pudiera hacer algo.

Después del último examen, Christy vino deslizándose hacia Luke y dijo:

-Bbbuennno, Luke, te veo esta noche- (voy a tratar de poner diálogo aquí).

Luke se miró los zapatos y dijo:

-Mmmm.

Christy retorció los hombros y dijo:

-Bbbuennno, ero vas a venir, ¿no?

Luke puso las dos puntas del zapato juntas como si fueran una paloma y dijo:

-Mmmm.

Christy le metió la cara justo enfrente de los ojos y dijo:

-Es a las ocho. ¡No te olvides! - Después le palmeó el hombro unas cuantas veces y se volvió y se alejó sacudiéndose. Dios.

Yo me fui con Beth Ann. Beth Ann Bartels es mi mejor amiga, supongo. Somos muy diferentes pero siempre fuimos amigas y no peleamos desde cuarto grado. Yo le cuento casi todo y ella me cuenta todo, hasta cosas que yo no quiero saber, como por ejemplo, qué comió en el desayuno y lo que se pone su papá cuando se va a dormir y cuánto le costó el último suéter que se compró. A veces, esas cosas no son interesantes.

Pero, como sea, en el camino a casa, mientras Beth Ann y yo estábamos pasando frente a la heladería, se me ocurrió de pronto que se había terminado la escuela y era verano y que, al día siguiente, iba a tener que empezar a pasarla bien y que no vería a la mayoría de los chicos de la escuela por tres meses. Beth Ann y yo vivimos casi al final del distrito escolar,¹ [las escuelas públicas de los Estados Unidos funcionan por distritos. Según dónde vive cada chico, le corresponde tal o cual escuela.] a unos tres kilómetros de la escuela. Después pensé, bueno, ¿no es típico? Una espera y espera y espera que pase algo y, cuando pasa, una se pone triste.

Diario de un veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora