Capítulo 10

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Capítulo 10

Le besó la mejilla y siguió ese camino a su boca...

En solo segundos, ya ella estaba de pie y volcada completamente a él... A su abrazo y a sus apasionados besos...

La alzó en brazos y fue con María a la cama.

Y comenzó a desvestirla... Con una delicadeza que casi la hace llorar... Con lo sensible que estaba últimamente...

Entonces ella para sus adentros se culpaba por haberse negado a los besos de su marido, a su toque, a su calor... Cuando en realidad deseaba tanto esas caricias... Esa boca... Ese cuerpo... Como ningún otro...

María únicamente en fina ropa interior... Y él completamente desnudo ya...

No era necesario pedir permiso....

Esteban trazó caricias con sus dedos, en la curva de los senos... Desabrochó la parte delantera del sujetador y lo abrió...

Una escalofriante sensación... Sus dedos asiéndole ambos pezones... No esperó mucho para bajar la cabeza y empezar a succionar uno...

Las manos de María se posaron en la nuca de Esteban, cuando él ya estaba succionando el otro pezón... Sirviéndose y alimentándose de ellos... Con hambre... Pero lo más seguro era que en recompensa al tiempo que no se habían tocado...

Ella empezó a sentir algo parecido a convulsiones... Solo entonces la boca masculina empezó a descender por su cuerpo... Sujetando levemente con sus manos las muñecas a su mujer.

Por un momento la soltó de una mano, con el objetivo de llevar sus dedos a la oculta entrada íntima...

La tentó... La sintió... La acarició... La frotó... Por encima de la fina tela... Su reacción lo apabulló, podría seguir al siguiente paso...

María quiso moverse hasta el centro de la cama, pero su marido no se lo permitió, la agarró de los muslos y la atrajo hasta dejarla justo en el borde del colchón... Ahora sí como vino al mundo...

Para esto, él continuaba de pie junto al borde de la cama, sus rodillas apenas tocaban la orilla del colchón... Ubicado entre las piernas femeninas...

Tan húmeda estaba que al embestirla llegó de golpe hasta el fondo... Y ella se aferró a las caderas masculinas...

Movimientos vertiginosos... Apremiantes... Vivaces... Entrando y saliendo de ella, manteniéndola firmemente con sus manos en las piernas de su mujer... Posiblemente se las marcaría por tanta presión de sus dedos...

Más y más envites... Ese juego sensual de avance y retirada...

La cabeza de María parecía hundirse en la almohada, el placer estaba resultando tan insoportable... Pero Esteban no disminuyó la intensidad y pasión de sus embestidas...

Estaba cegado por el deseo... Únicamente pensaba en la exquisita delicia que sentía al zambullirse íntimamente en la feminidad de su esposa...

Ella volvía a estremecerse... Un torbellino giraba con más potencia en su interior...

Arremetió con más ímpetu, sintiendo que su cuerpo se tensaba, hasta que notó que el cuerpo de ella también se tensaba a su alrededor...

Y lo más normal en un hombre fuerte y sano como fue alcanzar un placer absoluto... Un voraz éxtasis...

Entonces dejó caer su cuerpo entero sobre el de su esposa... Eso sí, entrañablemente unidos...

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