Un lobo en ropa de mujer

◆¿Enserio eres tú?◆

Kasamatsu miraba a todos lados, vigilante.

Aún no se había cumplido la semana, pero dudaba que el rubio pudiese soportar tanto tiempo sin acosarlo. Por eso estaba tan alerta.

Supo que estaba a salvo cuando entró al recinto. Al fin pudo respirar con tranquilidad y caminar normal.

La cena del día anterior había salido mejor de lo que pensaba. El castaño no se forzaba en él como lo había hecho el menor y eso lo agradecía enormemente, ya que no quería más traumas en su vida.

Llegó al patio principal, encontrándose con un pelinegro ojeroso, bebiendo un largo sorbo de café.

-...Esto es nuevo...—Silbó, acercándosele—...Te están consumiendo vivo, Takao.

-...Es la arpía de mi profesora de telecomunicaciones...—Hizo una mueca—...Intentó seducirme, pero como buen homo que soy, le dije que nadie querría acercársele a ese cuerpo de plástico y látex.

Yukio estaba orgulloso de ese muchacho.

-...La verdad, creí que mínimo dirías que le pinchaste un pecho o algo así...—Rió levemente.

-...Ganas no me faltaban...—Bostezó—...Pero bueno ¿A ti te pasó algo bueno? La vez que Shuu-Chan nos presentó, parecía que tenías una nube oscura siempre y ahora te persigue el sol de los teletubbies...—Sonrió un poco.

Kasamatsu tembló levemente y se sonrojó.

Ese sol traía malos recuerdos de su infancia.

-...Ñeh, nada fuera de lo común...—Hizo un ademán de manos—...Solo tuve una cena agradable y listo. Supongo que por eso estoy de buen humor.

-...Entonces, si estás de buen humor, podrías hacerme un favor...—Frotó uno de sus ojos, cansado—...El chico que escogí para ser la cara de mi trabajo de audiovisual. Debo pasar por él cuando salga de la escuela...pero...estoy ocupadísimo como puedes ver.

-...¿Y quieres que vaya por él? —Enarcó una de sus gruesas cejas.

-...Si eres un buen amigo, estoy seguro de qué lo harás...—Le sonrió un poco.

-...Si me dieras el nombre...—Sacó un papel y se lo dió, viéndole escribir rápido—...¿Debo llevarlo a algún lugar en específico?

-...A la pastelería Caramel Dreams...—Comenzó a teclear nuevamente en su computadora—...Ahí también te anoté la dirección de la escuela...—Dijo—...Ah, y no te preocupes, te invitaré a un postre cuando terminemos...—Le sonrió, agotado.

-...Me parece bien...—Palmeó su hombro—...Me alegro de haberte conocido, así que espero poder serte de ayuda...—Le sonrió.

-...Ya lo eres, Yu-Chan...—Bostezó y trató de sonreírle, mas volvió a bostezar—...Ya vete, seguro que tienes clases.

-...Si, si...—Rió y palmeó su cabello, antes de alejarse e irse a su facultad.

-...¡Kasamatsu! —Llamó Moriyama, cuando lo vió entrar al recinto de leyes—...¡Hombre! ¡Años que no nos vemos! —Se acercó y palmeó sus hombros con fuerza, haciendo que este se doblara ligeramente.

-...¡Deja de golpearme! —Gruñó y se apartó, sobando el área lastimada—...Joder. Eres un exagerado.

-...Ey, pero es la verdad...—Se cruzó de brazos—...Cada vez eres más invisible ¿Acaso piensas irte hasta que no pueda encontrarte? —Lloriqueó.

-...Sip. Dramático...—Rodó los ojos y negó varias veces—...Solo he estado ocupado. Nada fuera de lo normal, Moriyama.

-...Si es fuera de lo normal, porque me estás mintiendo...—Entrecerró su mirada—...Te he estado vigilando y he notado que ese chico raro, el castaño, te busca para comer.