◆Lindo Kouhai◆

323 44 17
                                    

-...Ya veo...—Dijo Kuroko, asintiendo levemente a las palabras del rubio—...Si me pusiera en su posición, habría hecho algo peor, mucho peor que eso, Kise-Kun.

-...¡Kuroko-San! —Exclamó Ryo, dándole una molesta mirada—...Lo que quiere decir, es que debes agradecer que solo te pidió alejársele una semana...—Sonrió el honguito castaño.

-...No creo poder soportar la semana...—Murmuró, mirando aburrido a la ventana—...Creo que contrataré a alguien para que lo siga y me mantenga informado de lo que hace a diario.

-...Eso no resultará en nada bueno...—Una gota de sudor bajó por la frente del joven castaño—...Por cierto, Kuroko-Kun, tampoco lo que harás es bueno.

-...Sakurai-Kun...Shhh...—Silenció. Kise les miró, curioso, con una ceja enarcada.

-...¿Qué va a hacer Kurokocchi?

El peli-celeste suspiró pesadamente.

-...Hizo que un senpai le diera clases extras para poder acercarse a su hermano...—Explicó Sakurai, un tanto enfurruñado—...¿Verdad que es malo, Kise-Kun?

-...Depende...—Contestó el rubio—...¿Es guapo?

-...¡Kise-Kun!

-...Quiero decir...—Carraspeó—...No deberías hacerlo, Kurokocchi. Podrías meterte en problemas...—Intentó regañarlo.

-...Problemas, es mi segundo nombre...—Comentó el oji-celeste, sin cambiar su plana expresión.

-...Pensé que era Esteban...—Comentó el castaño.

-...No, Sakuraicchi. Era Alfonso...—Rió un poco.

Kuroko tuvo que respirar profundamente y contar mentalmente para no golpearlos ahí.

Ganas no le hacían falta, eh.

-...Como sea...—Suspiró el castaño—...Tienes de ejemplo a Kise-Kun, Kuroko-Kun. No quieres pasar lo mismo que él ¿Verdad?

-...Auch.

-...Yo no soy tan...idiota, Sakurai-Kun...—Kuroko frunció ligeramente el ceño—...Mi inteligencia es superior a la suya.

-...¿Me acaba de decir imbécil? —El rubio enarcó una ceja.

-...Casi, pero no...—Suspiró el más bajo—...No deberías preocuparte por mi, Sakurai-Kun. Aomine-San está muy esmerado en...obtenerte.

El comentario hizo palidecer al castaño.

-...¿El oficial Aominecchi? —Kise parpadeó un par de veces, confundido—...¿Para qué querría a Sakuraicchi? Solo para...Oh...—Miró al honguito con pena—...Same, Sakuraicchi, Same.

-...¡Y-Yo no quiero nada con ese hombre! —Exclamó, provocando que todos voltearan a verlo. Se sonrojó e hizo pequeño en su lugar—...Lo siento.

-...No te preocupes, Sakuraicchi...—Kise palmeó su espalda, ligeramente—...Yo, en tu lugar, tendría muchísimo miedo también.

-...¿Eh? —El castaño le miró, confundido.

-...¿Sabes el tamaño de su aparato reproductor masculino? ¡Con eso quién no se asusta! —Rió levemente.

Sakurai estaba a nada de lanzarse por la ventana a su lado.

-...Kise-Kun...—Kuroko le dió un golpe en la nuca—...Esas cosas no se mencionan. Nadie quería saberlo, es más ¿Cómo sabes tú eso?

-...Internet...—Respondió simplemente, haciendo un ademán de manos.

El oji-azul estuvo a punto de preguntarle algo más, pero el profesor llegó y las clases dieron inicio.

Un lobo en ropa de mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora