Cuando abrió sus ojos, se encontraba en una habitación totalmente desconocida para él ¿En dónde estaba?
-...I-Itai...—Se quejó al sentarse. Toda su parte baja dolía intensamente.
Punzaba como sí...como sí...
Oh...
Su mandívula se tensó y sintió unas intensas ganas de golpear algo. Quería...¡Quería!
-...¡Ah! Ya despertaste Yukiocchi...—Sonrió, adentrándose en la habitación con una charola en manos, repleta de bocadillos.
Perfecto.
El grito que resonó por toda la residencia, hizo temblar a los empleados que caminaban de un lado al otro, cumpliendo sus deberes.
-...¡¿Cómo te atreves a hablarme tan feliz después lo que me hiciste, idiota?! —Bramó con odio. Una vena punzaba en su frente.
-...¡Perdón! —Chilló Kise, arrodillado frente a él—...Yo...estaba celoso y...bueno...—Jugó con sus dedos, nervioso—...¡No importa! —Sacudió su cabeza—...¡Perdóname, Yukiocchi! ¡Perdónameeeeeee!
Kasamatsu se cruzó de brazos y chistó su molestia. No iba a dejar pasar eso y Kise lo entendió inmediatamente.
Además, el moretón que comenzaba a formarse en su espalda, era prueba de ello.
-...Déjame ir...—Gruñó y se levantó, siseando al hacerlo—...No, me voy...—Afirmó y se envolvió en una sábana para seguidamente caminar hacia una puerta, que supuso era la del baño.
-...¡No! ¡Espera, Yukiocchi! —Exclamó y se lanzó hacia él, aferrándose a la sábana—...¡Perdóname!
-...¡Suéltame! ¡Pesas una tonelada! —Exclamó enojado. Kise levantó la mirada, sus dorados ojos anegados en lágrimas le hicieron tragar saliva.
-...¿E-Estoy gordo? —Comenzó a lloriquear. Gruesas lágrimas bañaban sus mejillas, mientras luchaba por mantenerse aferrado a él—...¡Estoy gordo! ¡Gordoooooo!
Kasamatsu bufó. Había olvidado que el rubio era un modelo famoso y que el tema de su figura era algo muy...delicado para él.
Tomó una larga bocanada de aire y se preparó para hablar.
-...No estás gordo ¿Ok? —Suspiró y desvió la mirada dorada cuando el rubio se enfocó en él—...Tienes un buen físico.
-...¡¿D-De verdad?! —Le miró con emoción. Kasamatsu estuvo tentado a golpearlo de nuevo.
-...Parece un perro...—Pensó y rodó los ojos—...Sí, te ves bien, por lo que no entiendo...
-...¿No entiendes? —Ladeó el rostro, confundido.
-...¿Porqué yo? Hay muchos mejores por ahí, incluso de tu edad...—Dijo y miró el cielo azul, a través de la ventana a unos metros de ellos.
-...Amor a primera vista...—Yukio le miró con incredulidad—...Enserio, fué amor a primera vista, Yukiocchi.
-...Basta, no me llames por mi nombre...—Frunció el ceño. Kise suspiró pesadamente y asintió, resignado—...Y no existe nada como el amor a primera vista. Olvídame ya.
Kise frunció el ceño y negó con efusividad. Yukio empezaba a fastidiarse, lo notaba por lo tenso de sus músculos.
-...No puedo olvidar mi primer amor tan fácilmente...—Murmuró y se puso de pie, para verle con seriedad.
-...Pues, tendrás que esforzarte porque yo no piens- ¡Hump! —Sus palabras fueron cortadas por el rubio, quien se habían posesionado de sus labios, callándolo.
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Un lobo en ropa de mujer
Fiksi PenggemarKasamatsu Yukio es un chico fuerte e inteligente, que enamora a hombres y mujeres, pero que no muestra interés en ninguno de los mismos. A su vida llega un personaje singular, que le hará revolver las hormonas y le enseñará sobre el amor. Pareja Pri...