Para cuando desperté Sebastian ya no estaba en la cama, debió de ser un sueño que se quedase a dormir aquí.
Me levanté y pasé de hacer mi rutina, estoy hecha mierda y lo de anoche me dejo el cuerpo frío.
Baje a la cocina pero escuche ruidos ahí. Fui sigilosa hasta ahí y me asomé
- Dios Sebastian... creía que habían entrado a robar en la casa.
Era Sebastian, asique no fue un sueño. Se giró y me sonrió. Esa sonrisa que cada vez me está gustando más, y casi que me asusta que me guste tanto.
- Buenos días Miller.
Me dijo tan sonriente.
- Buenos días Sebastian.
- ¿Cómo amaneciste después de lo de anoche?
- Ya estoy bien.
- Estupendo porque tenemos que hablar.
Porque tengo que ser tan bocazas.
- No se de que hay que hablar, yo solo quiero descansar.
Me senté en un taburete de la isla de la cocina y el lo hizo enfrente mía poniéndome dos tostada de jamón y queso con café.
- Gracias.
Le dije llevándome la tostada a la boca, la otra la tomo el y se hizo también un café y se volvió a sentar enfrente mía.
- Si hay que hablar.
- No, no creo.
- Yo creo que si.
- No hay nada de lo que tengamos de hablar, si no es por la escuela o por Carol.
- Si hay más aparte de eso.
Se levantó y rodeó la isla, se puso tras de mí y me susurró en el oído.
- ¿Qué es eso de... "creo que te quiero"?
Me puso los pelos de punta. Guarde silencio.
- Te tengo cariño, nada más.
Respondí.
- ¿Estas segura de que es solo eso y nada más?
- Hmm.
Asentí.
- ¿Y porque te has puesto nerviosa?
- No estoy nerviosa
- Tu cuerpo me dice lo contrario.
Me susurró y se volvió a sentar frente a mi sonriendo. Yo solo agache la cabeza y seguí comiendo. Luego recordé que debo verme como una leñadora de la montaña y subí corriendo a cambiarme de ropa y peinarme.
Para cuando bajé Sebastian hablaba por teléfono lo tenía en altavoz.
- Si mi vida, estoy en casa de Eli.
- Entonces, ¿si va a ser tu novia?
- ¿Te gustaría?
- Eli me quiere mucho y yo a ella también y quiero que te quiera mucho a ti también para que pueda ser mi mama. ¿Tu la quieres papi?
- Ya te dije la otra noche, después de que almorzamos con ella y tú tita Jessica que si, si quiero a Elisabeth.
- Pero, si te haces novio de ella, ¿ya no me vas a querer a mi?
- Mi amor, tu eres lo que más quiero en todo el mundo, no hay nadie a quien quiera más que a ti.
- Vale papi, suerte con Eli y no te olvides de decirle que le quieres mucho mucho.
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Profesor Stan
Novela JuvenilAcompañarme a leer esta historia. Sobre la vida de Elisabeth Miller, una universitaria que se enamora locamente de su sexy profesor, Sebastian Stan. ¿Será amor correspondido? ¿Tendrá un bonito final feliz? ¿O tal vez uno triste? Atrevete a leer e...