CAPÍTULO 18.

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Mi alarma comenzó a sonar y me levanté a apagarla. Mire a la cama y los dos seguían dormidos.

- De tal palo tal astilla...

Dije riendo. Me acerqué a Carol y la desperté.

- Vamos a despertar a papi ¿vale?

Le dije con risa picara

- Si.

Nos preparamos cada una a un lado y a la de tres empezamos las dos a hacerle cosquillas. Sebastian empezó a reírse y a encogerse de las cosquillas.

- Ya basta porfavor... me haré pipí...

Sebastian no paraba de reír hasta que tuvo que salir al baño corriendo. Si que se estaba haciendo pipi. Carol y yo nos reimos cómplices y chocamos las manos.

Bajamos a desayunar. Luego yo me alisté a la velocidad de la luz y me fui en el coche de Sebastian y con Carol hasta su casa. Allí Sebastian se fue a duchar. Yo ayudé a Carol ducharse porque ella me lo pidió, confía en mí lo suficiente para que entre con ella en el baño y eso me hace feliz.

Le ayudé a vestirse y cepille su cabello, se cepillo sus dientecitos, le estaban saliendo dos nuevos, cuando la conocí aún no los tenía, se le cayeron.

Le ayudé a preparar su mochila y ya estaba toda lista.

- Hay que darle de comer a Tobby.

Me dijo. Ella me tomó de la mano y me llevó hasta la cocina. De un mueble saco una lata de comida.

- ¿Me la abres porfavor?

Responsable, educada... ¿algo más nena? ¿eres perfecta? ¿Sabes volar acaso?

Me reí y le abrí la lata de comida. Ella llamó al perro y le hecho de comer y que cambió el agua.

- Muy bien Tobby, anoche te dejamos solito, menos mal que te echamos de comer antes de irnos.

Ella acariciaba al perrito y después se lavó las manos. Sebastian bajo peinandose con las manos.

- ¿Que tal estoy?

Pregunto sacando morros.

- Guapísimo papi, díselo Eli.

- Estas muy guapo Sebastian. 

Dije sonriente. Carol aplaudió de emoción. Se colocó la mochila y me tomo de la mano, y con la otra manita tomo la de Sebastian.

Nos subimos al coche y llevamos a Eli al colegio.

- Bueno, ya hemos llegado.

Dijo Sebastian parando el coche.

- Eli.

Hablo Carol, diría que algo triste. Me giré en mi asiento y la vi.

- ¿Puedo decirle a mis amigas que tu eres mi mamá?

Hay no...

- Esque... ellas se ríen de mi porque dicen que mi mamá no me quiere y por eso solo vivo con papá.

Mire a Sebastian y el se bajo del coche y bajo del coche a Carol, yo también me baje y permanecí a unos metros mientras ellos hablaban y no se que cosa le dijo Sebastian pero ella empezó a llorar y Sebastian la abrazó. Luego ella se limpió las lágrimas y andó delante nuestra hasta llegar a la fila de su clase.

- Carol, ¿dónde está tu mamá? ¿Hoy tampoco viene? Eso es que no te quiere.

Dijo un niño estupido. Carol solo agacho la cabeza triste, frucí el ceño y me acerqué a los niños. Sebastian me tomo del brazo negando pero me escapé de su agarre y camine hasta Carol.

Profesor StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora