Sempiterno: que durará siempre, que habiendo tenido un principio, no tendrá fin.
Meira Bravo es lo conocido como una Kook, pero lo cierto es que ella no cree pertenecer a ese grupo, a ninguno en realidad. Sin si quiera buscarlo encontrará su lugar...
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"Ssi estás sola ven a estar sola conmigo"
El cielo ya estaba totalmente gris y fuertes truenos se escuchaban haciendo estremecer a Meira, se abrazo a si misma mientras miraba al exterior con la frente apoyada en la ventana de la casa de los Cameron.
Sarah Cameron, su mejor amiga, le había ofrecido quedarse en su casa durante la tormenta. Meira vivía con su abuela, quien había tenido que irse de viaje por unas semanas a su país de origen, España, y para que la adolescente no pasase la tempestad sola, la mediana de los Cameron la invito a su casa.
- La cena ya está lista.- una voz grave la hizo sobresaltar y mirar hacia sus espaldas.
- Me has asustado Rafe...- la chica suspiró con la mano en el pecho.
- Perdón, no era mi intención.- se acercó hasta ella y le extendió la mano.- Están todos esperándote.
Dejando sus pensamientos de lado, Meira toma la mano del chico y juntos fueron escaleras abajo.
Meira alternaba la mirada entre el suelo y la espalda del hermano de su mejor amiga, llevaba una camiseta blanca algo ajustada, lo que hacia que los músculos de su espalda se marcasen levemente, haciendo sonrojar a la chica.
Ella y Rafe habían tenido algún que otro encuentro, nada formal y tampoco habían traspasado las barreras básicas. No porque el chico no quisiese, si no porque ella no se sentía del todo segura. En primer lugar, por Sarah, sabía que su amiga no reaccionaría de la mejor manera ante una noticia así. En segundo lugar, Meira no quería dar el siguiente paso sin sentir nada más que atracción, es cierto que quizás Rafe le gustaba un poco, pero no lo suficiente. Y por último, hace menos de un año, Meira sufrió su única y más dolorosa decepción amorosa, y aunque fue hace meses todavía no había conseguido sanar su corazón del todo.
- ¡Por fin!- exclamó Wheezie al verlos llegar, y sin esperar a que tomaran asiento se llevo un trozo de pizza a la boca.
- Espero que la tormenta no provoque muchos desperfectos.- comento Sarah imitando la acción de su hermana.
- Debería haberme ido con mi abuela.- Meira rodo los ojos.- En Madrid hace ahora mismo 33º y está soleado.- la chica les enseño a todos la pantalla de su móvil donde marcaba la temperatura.- Además, me hubiese gustado ir allí de vacaciones.
- Algún día tienes que llevarme y enseñármelo todo.- le dijo Sarah.- España... suena exótico.- ambas rieron.
- Para alguien de allí, esto es exótico.- suspiró.- El estilo de vida es muy diferente.
La conversación se torno a los destinos que cada uno deseaba visitar, o más bien Sarah estuvo hablando de como le gustaría viajar por todo el mundo y el resto simplemente la escuchaban y de vez en cuando hacían algún que otro comentario.