JJ y Meira se quedaron atrás para entretener a sus perseguidores, mientras Kiara, Sarah, Rafe y John B avanzaban en busca de la corona. Ocultos en su escondite, ambos observaron con cautela a los hombres que se acercaban.
— Deja que los primeros pasen —dijo JJ en voz baja—. Cogemos a uno y lo apartamos del grupo.
— De acuerdo —respondió Meira, preparándose.
JJ hizo un ruido sutil para atraer la atención de uno de los hombres. Cuando este se acercó lo suficiente, empujaron un muro de ladrillos de adobe, sepultándolo bajo los escombros.
— ¡Uno menos! —celebró JJ con una sonrisa de triunfo.
Meira miró al horizonte y sus ojos se agrandaron al ver una tormenta de arena formándose rápidamente.
— Tenemos que movernos —dijo, tomando la mano de JJ. Juntos corrieron hacia las calles angostas de la ciudad para reunirse con los demás.
Finalmente, lograron alcanzar a los cuatro que habían avanzado.
— ¡John B! —gritó JJ al acercarse—. ¿Veis lo que se avecina?
— Sí, lo vemos —respondió John B, visiblemente preocupado.
— ¿Sabéis dónde está la corona? —preguntó Meira mientras se ponía unas gafas para protegerse de la arena que ya comenzaba a levantarse.
— Ahí arriba —indicó Sarah, señalando una estatua imponente que se alzaba ante ellos.
— Bien, habrá que escalarla —dijo JJ, entrecerrando los ojos para protegerse del viento y la arena.
En ese instante, la tormenta los envolvió por completo. Rafe se adelantó, gritando por encima del rugido del viento.
— ¡Voy a echar un vistazo! Nos vemos arriba.
— Ni de broma voy a dejar que él lo haga solo —dijo JJ, decidido.
Meira se acercó a Sarah y le puso las manos en los hombros.
— Poneos a salvo. Nosotros nos encargamos.
Y sin más palabras, siguió a JJ hacia la estatua.
Cuando Rafe llegó junto a ellos en la cima, su rostro reflejaba el agotamiento y la tensión.
— No puedo subir con la mano así —dijo, mostrando su herida ensangrentada.
— Tengo que ir yo —exclamó JJ con determinación, observando la parte más alta de la estatua—. Tengo que escalarla.
— ¡Esperemos a que pase la tormenta! —se opuso Meira, alzando la voz para hacerse oír por encima del viento rugiente—. Ahora es demasiado peligroso.
— No hay tiempo —explicó JJ, sus ojos brillando con urgencia—. Esta es nuestra única oportunidad. Nos lo han quitado todo, y no dejaré que se lleven esto también. Tengo que hacerlo por todos. Todo empezó por mi culpa, así que yo debo arreglarlo.
Meira, consciente de la resolución en su mirada, asintió con pesar y lo abrazó con fuerza.
— Ten mucho cuidado —susurró, sintiendo el miedo anudarse en su garganta. Antes de soltarlo, tomó su rostro entre sus manos y le dio un beso profundo, como si quisiera sellar en él toda la esperanza que llevaba.
— ¡Mierda, ahí vienen! —dijo Rafe, con la voz cargada de alarma.
Meira giró la cabeza y vio la silueta de sus perseguidores acercándose entre la arena que giraba en remolinos.
— ¡J! —gritó, su voz cargada de urgencia—. ¡Ya vienen!
— ¡Ya casi estoy! —respondió JJ desde lo alto, su figura apenas visible entre el polvo y el sol que parpadeaba a través de la tormenta.
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S E M P I T E R N O (JJ Maybank)
Fiksi PenggemarSempiterno: que durará siempre, que habiendo tenido un principio, no tendrá fin. Meira Bravo es lo conocido como una Kook, pero lo cierto es que ella no cree pertenecer a ese grupo, a ninguno en realidad. Sin si quiera buscarlo encontrará su lugar...