Sábado, uno de los mejores días de la semana. Muchos esperan el sábado para salir, bailar, beber, para divertirse.
Yo sin embargo, amo el sábado porque puedo dormir hasta tarde, leer todo el día, ver una buena peli, invitar amigas o simplemente disfrutar bien el café en la mañana.
Ya sabes, esas pequeñas pero maravillosas cosas que la mayoría de las personas no ven o simplemente no valoran.
Me levanté de mi cama con toda la pereza del mundo y fui hasta el baño para cepillar mis dientes y lavar mi pálida cara. Ni siquiera me bañé o peiné, hoy no tenía ganas de nada así que me dirigí hasta la cocina y me serví una gran taza de café para volver a mi habitación.
Anoche no dormí, me la pasé dando vueltas en mi cama. ¿la razón? Tiene nombre y apellido Eros Stone
Desde ese último mensaje que me envió... No he parado de pensar en eso ¿estuvo bien? La verdad no lo sé.
Sólo intento no arruinar las cosas.
Sólo intento protegerte.
Sólo intento hacer algo bien.
Me dirigí a la ventana de mi habitación y me di cuenta de que él estaba afuera, pasaba caminando con mi padre que le decía algo y el chico sólo tenía la mirada fija al frente, serio.
No alcancé a escuchar lo que decían así que sólo me dediqué a ver cómo el hombre hablaba con Eros.
Cuando mi padre se fue el chico se quedó viendo viendo un punto fijo y levantó la vista hacia la ventana. Por instinto me agaché pero ya me había visto, así que volví a levantarme. Él seguía viendo en mi dirección, sólo que su cara no tenía expresión alguna.
Duró unos segundos más viéndome hasta que se fue.
Sentí el impulso de hablar con él y lo pensé. Me pregunté si sería buena idea.
Mi padre y Logan estaban ocupados con algunos de sus amigos afuera y mi madre estaba en su habitación. El terreno está despejado.
Antes de darme cuenta ya me encontraba caminando en dirección en garaje, en busca del chico de los hermosos ojos grises.
Luego de un rato buscándolo al fin di con él, estaba en el pequeño depósito fuera de la casa donde mayormente guardan cosas de los autos, se encontraba buscando algo.
—¿Qué estás buscando?— le pregunté al chico, pero él ni se inmutó.
—Eros
Esperé que respondiera, pero nunca lo hizo. Él se giró con un aceite para autos entre sus manos e iba a marcharse así que lo tomé de su brazo antes de que se fuera y lo enfrenté.
—¿Por qué estás evitándome?
El chico me miró serio, aún así sentí los característicos dragones en mi estómago por la cercanía.
—¿Qué necesita, Señorita Montenegro?
La frialdad con la que me habló me hizo sentir mal. ¿Este es el mismo chico que me escribió apenas anoche? ¿el que me confesó que le gustaba?
—Eros puede perder su trabajo, tus padres van a matarte. ¿En serio vas a arriesgar todo? A él, a ti...
¿Sabes qué, consciencia? Al jodido diablo. Si él me escribió es porque está dispuesto a arriesgar y yo lo quiero, aunque a veces me confunda lo quiero. Siempre fue así...
—Emmh... Yo... Me preguntaba si podías escribirme. En la noche cuando no estés ocupado...
—¿Para qué?— me interrumpió —¿Para decirme de nuevo que no estarás conmigo? ¿Con un empleado de tu padre? ¿Vas a recordarme que no quieres estar con una persona como yo? Eres una consentida y cruel...
—¿Qué demonios te pasa? ¿Cuál es tu problema?— Lo interrumpí, alterada y sin ganas de seguir escuchándolo porque dolía.
Sólo pretendía hacer una cosa bien.
—Tú me pasas, tú eres mi jodido problema. Sólo pretendía hacer bien mi trabajo y no mantener ningún tipo de sentimiento hacia ti. Pero joder que difícil me la pudiste. Te metiste en mi vida, quisiste saber de mí y ahora que intento algo... Me sales con lo de anoche. Y duele. Duele tu rechazo. Duele porque viene de ti, porque me importas. ¡Joder!— terminó por decir el chico y bajó la mirada.
Me quedé en shock, no podía pronunciar palabra por más que lo intentaba y él volvió a hablar.
—Te escribiré en cuanto llegue a mi casa.
Y desapareció dejándome completamente helada y con mil dudas.
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La Hija Del Jefe
Teen Fiction¿Involucrarme sentimentalmente con la dulce, hermosa, torpe y risueña Roma? Prefiero seguir vivo. Siempre me sentí de algún modo atraído hacia aquella torpe e ingenua chiquilla rica. Sólo que no podía si quiera hablar con ella ¿la razón? Su familia...